Mi vida ha tenido muchos altibajos, no siempre, pero si recientemente.
Y tal vez nunca me lo tomé en serio, o nunca lo pensé a fondo, pero la verdad hay muchas cosas que repudie al menos hasta ahora.
Hay cosas que no creí querer, en realidad, creí que no desearía jamás, como la idea de una familia. Eso fue hasta que conocí a alguien que me hizo imaginarlo, tal vez de manera superficial o solo como una fantasía en extremo romántica.
Ya no está en mi vida, gracias al ángel, pero la idea y fantasía se quedaron en mi cabeza. Esas cosas tradicionales que yo odiaba y dije que jamás haría, me encuentro queriendolas.
No ahora, pero un día, me gustaría llegar a casa y encontrarme con una pequeña personita que me extrañe y me diga que hizo en su día, con entusiasmo y aunque no pueda organizar lo que dice.
Quiero dormir abrazando a una persona que me ama de la misma manera tan devota en la que yo le amaría. Que pudiera confiar en que esa persona jamás se irá.
Es, por supuesto, una idea que no veo posible ahora y, sinceramente, no lo creo posible en el futuro cercano, tampoco de la manera en que lo deseo.
Alguna vez me dijeron que nunca me amarian de la manera en que yo amo, y sería difícil que alguien me amara con la misma fuerza que deseo. Pero soñar siempre ha sido gratis, y aunque no me es fácil hacerlo, lo intento.
Me aferro a la idea de que un día podré cumplir al menos una parte de lo que sueño, sería bonito, porque sé que me lo merezco, incluso si la vida no me deja creerlo siempre.
El amor romántico del cine me ha hecho daño, y aún más daño me ha hecho el amor en la literatura. Me tiene deseando ese amor perfecto que nunca duele y siempre te hace feliz. Mi lado realista dice que no existe, y cada día de mi vida yo me aferro a creer que si que existe y algún día será mi turno. Llámame optimista, o ingenua, ambas son ciertas.
Al final, tal vez, lo único que busco es tener aquello que no tengo, felicidad asegurada, amor y una familia hermosa. Una vida sin soledad.
Suena patético pero, me da lo mismo, seguiré aferrada a que un día, de la nada, llegará esa persona que daría el mundo por mí y yo haría lo que fuera por su amor.
Después de todo, imaginar cosas es mi pasión.
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Cartas Que Nunca Entregué.
Short StorySiempre que siento demasiado o amo a alguien con demasiada fuerza, cuando algo duele de más, o me hace feliz para variar, siempre le escribo una carta.