No tiene más de treinta minutos que me fui de ti, y siento que han pasado años, eso es una muy mala señal para mi corazón.
Parece que todo lo que paso lo imagine, tal vez es que mi cerebro no ha terminado de asimilarlo o simplemente estoy loca, pero se siente como si todo hubiera sido una mentira. Se siente falsa la idea de que estuve contigo, como un sueño.
Parece que soñé tenerte a mi lado, estar juntos simplemente existiendo en el mismo lugar. No parece real que nos estábamos besando con desesperación, como si nuestros labios de alguna manera nos quitaran el calor, pero era todo lo contrario. No parece real que te tuve agitado respirando en mi cuello y tampoco parece real la manera en la que mis manos querían aferrarse a ti, o lo fácil que fue para mí seguirte los besos y como me tenías a mí, ansiosa por tener más de ti.
Todo esto no me lo puedo permitir, nada de eso puede ser real para mi corazón, porque de ser así, un día voy a necesitarte, y no me refiero a la manera física. Mi mente empezara a hacerse historias contigo que jamás sucederán pero que romperán mi corazón, y lo que voy a necesitar es tu alma, porque te estaré entregando la mía, si es que aun la tengo.
Lo difícil no es imaginarlo y sentir que es mentira o pensar en lo bonito que sería si fuera real, lo difícil va a ser sacarlo de mi mente y hacer que mi corazón destierre todos esos sentimientos porque ni siquiera estando meses lejos vas a dejar de estar en mi alma. Aún recuerdo lo emocionante que eran tus mensajes y lo feliz que me hacía ver cuando volvías después de mucho tiempo, incluso meses, de no saber de ti.
Mi inconsciente siempre está buscándote, y no sé si es el aroma de tu perfume, el olor de tu piel o si son tus ojos cada que miras los míos, pero algo me llama, algo me lleva siempre de vuelta a ti, así es desde la primera vez que te besé.
Contigo no me permito muchas cosas, como enamorarme, pero me permito imaginarme lo bonito que sería si pasara, eso a veces me desquicia, lo juro, porque es esa fina línea entre soñar con algo y desear algo que jamás debo darme el permiso de cruzar, seria caótico, y yo no soporto el caos, no me gustan los matices y si es conmigo debe ser lo más perfecto o lo peor del mundo, si eso tiene algún sentido.
Dejo todos mis sentimientos por ti repartidos en distintas fantasías a lo largo del camino, para dejar también ahí partes de ti que me llevo cada vez que te beso.
Eres demasiado para mí, y eso no lo digo por insegura, se perfecto cuanto valgo y lo que merezco, ¿pero tú? No, tu eres demasiado, muy valiente, muy sonriente, muy capaz y yo sé que eso me haría mejor, me haría como tú, pero se sabe que todo lo que empieza, tarde o temprano acaba, y yo tiendo a ser quien pierde cuando eso pasa.
Créeme, sería un honor que tú me rompieras el corazón, sería una experiencia que, cuando lo resuelva, desearía volver a vivir, pero ahora estoy cuerda, tengo el corazón en la zona de riesgo pero aún puede salir de ahí, y la parte más sensata de mi me dice que no sería bueno vivir ese dolor ni siquiera una vez.
Así que prefiero seguir soñando, fantaseando, fingir que nada es real y que estas lejos, que tus labios no saben a vida y que tu risa no me provoca mariposas en el corazón. Porque eso es más fácil, así mi corazón no sufre y solo soy feliz con mi imaginación, como lo he sido siempre.
Aun con todo eso, si un día tu sientes lo mismo que yo, dímelo, que con gusto olvido mi sensatez y me dejo enamorar, aunque duela, ese no es problema.
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Cartas Que Nunca Entregué.
Short StorySiempre que siento demasiado o amo a alguien con demasiada fuerza, cuando algo duele de más, o me hace feliz para variar, siempre le escribo una carta.