Y era tan bonito, era tan azul, tan perfecto, tan directo, que cuando se tornó verde no lo entendí.
Yo veía lo que hacía, esperando que algo fuera claro, pero era cada vez más confuso. Decía que si pero parecía que no, y solo lo veía cambiar, sin entender por qué empezó algo que jamás terminaría. Algo que no seguiría.
Y lo vi ser tan hermoso, le vi subir y bajar, le vi ser, y me encantaba lo que era, lo que es, pero algo azul que ahora ya no lo era más, confundía, no lo entendía, y odio no entender algo.
Cuando estaba ahí, viéndolo de lejos, quería acercarme, pero me detenía el hecho de no saber cómo ni que decir, era distinto. Al principio, deje mi orgullo a un lado para tomarlo, creí que era todo distinto, que era así como las cosas cambiaban, pero se tornó distinto de un día a otro.
No puedes entender al verde si fue azul, ni al azul si fue verde. Es o no es, por eso me confunde, porque veo las cosas lindas del azul y el verde no es así. Porque lo comparo con colores para que su imagen no sea tan obvia.
Entonces dudo de mi, porque tal vez vi cosas que no eran así, tal vez siempre ha sido verde y yo no lo vi con claridad, o tal vez solo fingía, tal vez hay algo que le impide ser azul conmigo. No tengo idea.
Quisiera poder hacer como al inicio, olvidar que soy yo a quien ignora y sonreírle como si nada. Pero es imposible. Nadie puede acercarse a alguien que no quiere que te acerques, mucho menos si le quieres. Y supongo que es parte de querer el alejarse y dar un tiempo.
Alguna vez azul me dijo que cuando amas a alguien haces cosas por esa persona que no tiene que pedirte, lo haces porque lo necesita y te quiere. Estos días he querido estar con azul, porque es bueno y hace que olvide un segundo mis asuntos, pero llegó verde, y ahora no se quien es esa persona, no sé quién es ninguno de los dos. Y no quiero pedir nada, porque creí que azul me quería.
Tal vez haya una mínima posibilidad de que, verde o azul, sea quien sea ahora esa persona, quiera que le hable, pero, no soy yo quien tiene la última palabra, así que no se que hacer. Supongo que con el cariño nadie sabe que hacer.
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Cartas Que Nunca Entregué.
Short StorySiempre que siento demasiado o amo a alguien con demasiada fuerza, cuando algo duele de más, o me hace feliz para variar, siempre le escribo una carta.