Quiero verlo con los mismo ojos de siempre, quiero que sea para mi el niño tierno e inocente que me hacía sentir segura y me protegía.
Ya no quiero sentir que me miente y se burla de mi a mis espaldas, pero es difícil, porque ya no veo su sonrisa inocente, la veo mentirosa. Ya no veo sus ojos enamorados ni sus manos me tocan igual.
Creo que está conmigo pero está lejano, ya no siento que sus manos me calienten pero quiero volver a sentirlo. No siento que me ame pero quiero que lo haga.
Quiero un amor de esos que parece que se desmoronan y él un día llega, con una rosa bonita en las manos y su corazón listo para ser mío, para realmente quererme.
Quisiera ese romance que hace que llores porque, aunque ya creías todo perdido, un dia llega y te da el abrazo más bonito que existe y hace que vuelvas a confiar en sus palabras.
Quiero ser una princesa y que realmente me ame como a una, pero no lo sé, es mucho pedir o siemplemente no es posible.
Yo lo amo, y si hubiera estado en su lugar hubiera hecho mil gestos románticos para demostrarle que lo amo, pero me duele pensar que solo yo me siento así y que no me necesita.
Quiero que me ruegue, si, tal vez, pero no para rebajarse, quiero ese amor desesperado que es capaz de perder la dignidad para demostrar que yo soy la indicada.
Pero nadie nunca se atreve a tanto, el orgullo siempre es más grande y, claro, ni yo lo haría. Es una apuesta y no quiero perder mi alma en ella.
Quiero volver a pensar en él como la estrella más bonita de mi vida porque, verlo, besarlo, me hace feliz y me emociona. Solo puedo verlo con tristeza porque sé que yo jamás seré su luna.
Extraño las noches largas a su lado y los besos divertidos, las fotos tontas y las despedidas dolorosas. De verdad lo extraño.
Ya no quiero ese sentimiento agrio que me detiene de besarle y sonreírle, ya no quiero abrazarlo y sentir que se ríe de mí. No quiero tocarlo y sentir que el no se pone nervioso cuando lo hago.
Lo extraño, por que quiero ser suya así como yo lo consideraba mío. Quiero que piense en mi cuando ve escenas asquerosamente románticas y piense en lo bonito que sería.
Pero él jamás me iría a buscar en la lluvia, tampoco leería mi libro favorito y mucho menos amaría mi ropa extravagante.
Él no es así...
... Y yo así deseaba que fuera él
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Cartas Que Nunca Entregué.
Historia CortaSiempre que siento demasiado o amo a alguien con demasiada fuerza, cuando algo duele de más, o me hace feliz para variar, siempre le escribo una carta.