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[Esta parte contiene contenido sexual explícito. Si eres sensible a este tipo de contenido o eres menor de edad, te recomiendo no leer. Se recomienda discreción del lector. Igual sé que lo harán, pecadores, disfruten las imágenes mentales]

Dan estaba pensando demasiado en salir del baño, ya tenía puesta la diminuta ropa interior. No había nada allí que ocultar excepto su parte delantera...

— Dios mío... Perdóname por usar esto... Que esta sea la última vez que lo use... ¿Qué estás diciendo Kim Dan? Esta ES la última vez que usarás esto... — dijo Dan a su reflejo pero charlando consigo mismo parecía completamente inútil porque ahora decía una cosa, terminaba haciendo TODO lo contrario.

— Hyung, ¿estás bien? Llevas más de 15 minutos en el baño —dijo Jaekyung, bastante divertido con la situación.

— Estoy bien, Jae... Solo... Saldré en un segundo —dijo Dan, la vergüenza se arrastraba bajo su piel.

Dan inhaló y exhaló pesadamente, una cosa era ponerse esa cosa, pero el problema era que... Bueno... Digamos que la tanga no tenía el diseño al que estamos acostumbrados... Los hilos que normalmente irían en medio de los glúteos y alrededor de la cintura no estaban allí... De hecho, las tiras rodeaban cada glúteo y se unían con la tela que cubría la parte de adelante.

Dan salió del baño y entró en la habitación. Jaekyung estaba acostado en la cama, con las manos detrás de la espalda, orgullosamente acostado y vistiendo su ropa interior roja transparente.

Jaekyung estaba deslumbrado y estupefacto al ver a su lindo, guapo y sexy novio con una ropa tan atrevida como esa. Parecía un dios al que adorar. Él no se dio cuenta, pero sus mejillas ahora estaban rojas. La forma en que la tela oscura contrastaba con su piel, resaltando la fuerza de sus músculos y la elegancia natural que tenía. Dan no solo era hermoso, era imponente y angelical al mismo tiempo. Un dios terrenal.

— Vaya... Creo que debería seguir comprándote estas cosas... Te ves increíble.

— Me siento más desnudo de lo que ya estoy con esto... Oh dios... — dijo Dan, con la cabeza agachada cubriendo torpemente el torso.

Jaekyung se levantó de la cama, caminó hacia Dan y tomó suavemente las manos de Dan de su cuerpo, no había razón para cubrirse, había visto su cuerpo muchas veces, no había razón para avergonzarse.

— Eres tan jodidamente hermoso... — dijo Jaekyung con voz grave, mientras sus manos se colocaban perfectamente en un lugar que tanto amaba, su cintura... Tan pequeña, estilizada, perfecta para que sus manos se pasaran ahí a cada rato.

Por su parte, Jaekyung llevaba la suya, roja y transparente. Se había puesto eso a modo de juego, pero ahora sentía el peso de la mirada de Dan recorriéndolo, atrapado entre la sorpresa y la admiración.

— ¿Qué? — preguntó Jaekyung con una sonrisa juguetona.

Dan se mordió el labio, desviando la mirada un instante antes de regresar a él con una expresión entre divertida y apreciativa.

— Nada... solo que... — Dan se cruzó de brazos, inclinando la cabeza con un gesto calculado — Tú siempre te ves atractivo, pero con eso puesto...

Jaekyung sonrió con satisfacción y avanzó lentamente hacia Dan.

— ¿Te gusta?

Dan no respondió de inmediato. En su lugar, dejó que sus ojos hablasen, recorriendo cada centímetro de la figura de Jaekyung. No era solo su físico, era la confianza con la que se movía, la forma en que la luz delineaba cada contorno de su cuerpo trabajado.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO II (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora