El rugido del motor del deportivo de Jungkook resonaba en la noche florentina. La lluvia había cesado, dejando un cielo estrellado y un aire fresco que anunciaba el final del otoño.
Jungkook conducía a toda velocidad, su mente llena de pensamientos que se mezclaban con el ritmo de la música que salía de los altavoces del coche.
Había pasado un día desde que había descubierto los secretos de su padre, un día que había cambiado su vida para siempre. La imagen del pequeño omega, con su sonrisa tímida y sus ojos brillantes, lo perseguía sin descanso.
Ya estaba cerca del bar donde solía reunirse con sus amigos, un lugar conocido por su ambiente desenfrenado y sus fiestas salvajes.
Al llegar, el ruido de la música y las voces lo envolvieron como una ola de energía. La gente bailaba sin control, sus cuerpos pegados unos a otros, sus emociones desatadas por el alcohol y las drogas.
Jungkook lo ignoró todo.
Caminó hacia la mesa donde sus amigos, Eunwoo y León, lo esperaban con tragos en las manos.
- Jungkook, amigo mío, ¿dónde te habías metido? - exclamó Eunwoo, con una sonrisa amplia y una mirada llena de picardía.
- Tenía cosas que hacer - respondió Jungkook, con un tono seco.
León, con su habitual tranquilidad, lo observó con atención.
- Te vemos un poco distraído - comentó, con un tono suave.
Jungkook asintió, sin decir nada.
Bebió un trago de su bebida, sintiendo el alcohol arder en su garganta.
- No puedo dejar de pensar en Corea - dijo, su voz apenas audible.
Eunwoo y León intercambiaron miradas.
- Es una oportunidad increíble - dijo Eunwoo. - Te convertirás en el francotirador de la mafia Park, uno de los equipos más poderosos del mundo .
- Sí, es una buena oportunidad - dijo León, con un tono pensativo.
Jungkook asintió, pero su mente estaba en otro lugar.
Se levantó de la mesa y se dirigió hacia el área VIP que tenía reservada para él.
En el VIP, rodeado de botellas de alcohol y drogas, Jungkook se sintió finalmente a gusto.
Era su refugio, su lugar seguro, donde podía olvidarse del mundo exterior, donde podía perderse en la oscuridad de la noche.
Comenzó a consumir, dejando que las drogas lo envolvieran, que lo llevaran a un estado de euforia y descontrol.
Mientras consumía, solo tenía un pensamiento en su mente: ¿qué estará haciendo el omega? ¿Dónde estará en estos momentos?
Jungkook deseaba poder verlo de nuevo, poder sentir su sonrisa, poder escuchar su risa.
Pero sabía que era imposible.
El pequeño omega estaba en Corea, en el mundo de la mafia Park, un mundo que él pronto conocería.
Y entonces, Jungkook se prometió a sí mismo que lo encontraría.
No importaba el precio que tuviera que pagar, no importaba el riesgo que tuviera que correr.
Él encontraría al omega, y cuando lo hiciera, lo protegería con su vida.
El sol de la tarde se reflejaba en las olas del mar, creando un espectáculo de luz y color que llenaba la playa de un ambiente mágico. La arena blanca y suave se extendía hasta donde alcanzaba la vista, invitando a los pies descalzos a disfrutar de su textura cálida.
Jimin, rodeado de su familia, respiraba el aire fresco del mar, tratando de olvidar el horror que había vivido en la mansión. Sus padres lo habían llevado a la playa, buscando que el sonido de las olas, la brisa salada y la belleza del paisaje le ayudaran a sanar las heridas de su alma.
Jugaban a la pelota, reían, se abrazaban, buscando crear un escudo de amor y protección alrededor de Jimin. Pero la sombra del miedo aún lo perseguía, la imagen de Jinwoo, con su sonrisa cruel, lo atormentaba en sus sueños.
Jimin observó a su padre, que se había separado un poco del grupo para atender una llamada telefónica. La curiosidad lo invadió, y sin pensarlo dos veces, lo siguió, escondiéndose detrás de una roca que le permitía ver sin ser visto.
Escuchó la voz de su padre, un tono grave y autoritario, que contrastaba con la tranquilidad del ambiente.
No podía oír lo que decía su padre, pero sí escuchó el nombre - Jungkook - salir de su boca.
Jimin frunció el ceño, su mente llena de interrogantes.
¿Quién era Jungkook?
¿Por qué su padre lo había mencionado en una llamada telefónica?
¿Qué relación tenía con la mafia Park?
Jimin sintió un escalofrío recorrer su espalda.
No podía sacudirse la sensación de que ese nombre, Jungkook, estaba ligado a su destino, a su futuro.
Su padre terminó la llamada, con un gesto de impaciencia.
Jimin salió de su escondite, su corazón latiendo con fuerza.
Tenía que saber quién era Jungkook, tenía que saber qué relación tenía con su familia, con la mafia Park.
La curiosidad lo consumía, la necesidad de encontrar respuestas lo impulsaba.
Jimin se acercó a su padre, con una sonrisa fingida.
- ¿De quién era la llamada, papá? - preguntó, con un tono inocente.
Su padre lo miró con una expresión seria.
- Nada importante - respondió, con un tono evasivo.
Jimin no se dejó engañar.
Sabía que su padre le ocultaba algo, que ese nombre, Jungkook, era un secreto que él no debía conocer.
Pero Jimin no se rendiría.
Él encontraría la verdad, aunque tuviera que buscarla en las sombras más oscuras de la mafia Park.
El capítulo 11 hablaré de él por que Jimin es tan protegido por su familia y por que es tan inocente aveces espero les guste y pronto Jimin descubrirá a jungkook así que se viene buenooooo ! 🙂↕️🗣️
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Mi Big Boy - Km Au
RandomSiempre ha sido tímido y reservado es por eso que sus hermanos y padres lo cuidaban de sobre manera sobretodo sus guardias por que toda su familia sabía que Jimin al ser el menor de ellos corría más peligro a ser la mira de todos sus enemigos o eso...