Las horas se convirtieron en días, y los días se transformaron en dos largas semanas. Durante ese tiempo, Jungkook había estado sumido en un abismo de desesperación y dolor. Cada noche, se refugiaba en la habitación de Jimin, donde las memorias de su risa y su calidez lo envolvían, pero también lo devastaban. La ausencia de Jimin se sentía como un vacío imposible de llenar.
Mientras tanto, la familia Park y el equipo de Jungkook habían estado trabajando incansablemente para ubicar a Jimin, pero no había ninguna pista, ninguna información que pudiera llevarlos a su paradero. Las semanas pasaron, y la frustración y la impotencia se acumulaban en el pecho de Jungkook como una carga insoportable.
En esos días, Jungkook no habló con nadie más que con su padre. Se había encerrado en sí mismo, aislándose del mundo que lo rodeaba. Para él, la única salida era el entrenamiento. Pasaba horas en la zona de entrenamiento, empujando su cuerpo al límite, tratando de encontrar un poco de control en medio del caos de su vida.
Sin embargo, cada noche, después de los intensos entrenamientos, Jungkook salía de la mansión Park y se dirigía a fiestas, buscando una forma de escapar de su dolor. Se sumergía en un mundo de drogas, alcohol y humo, intentando ahogar las voces de angustia que resonaban en su mente. Pero cada vez que se sumergía en esa oscuridad, la soledad lo alcanzaba, y el vacío de la pérdida se hacía más evidente.
Se había vuelto más frío de lo normal, una sombra del joven apasionado que había sido. Hasta que una noche, mientras se preparaba para salir nuevamente, fue detenido por Jihyo. Ella, con lágrimas en los ojos, le suplicó que no se fuera.
- Jungkook, por favor... no puedes seguir así - decía ella, tratando de acercarse a él. - Te necesito... todos te necesitamos .
Sin embargo, Jungkook, inundado de furia y dolor, empujó a Jihyo con rabia. - ¡Déjame en paz! - gritó, su voz resonando en la habitación. - No entiendes nada. No sabes lo que estoy pasando .
El grito hizo que su padre saliera de la habitación, preocupado. Se acercó rápidamente a su hijo, intentando calmarlo. - Jungkook, por favor, respira - le dijo, con la voz suave pero firme. - No estás solo. Estamos aquí para ti .
Jungkook, incapaz de contener más sus emociones, se dejó llevar por el llanto. Su padre lo abrazó con fuerza, llevándolo a su habitación. Allí, Jungkook lloró en su hombro, liberando todo el estrés, el miedo y la angustia acumulados durante semanas.
- Papá, no puedo encontrarlo - sollozó Jungkook entre lágrimas. - No sé dónde está Jimin. Siento que me estoy perdiendo .
Su padre, con el corazón roto al ver a su hijo así, lo abrazó con fuerza. - Lo encontraremos, hijo. No te rindas. Jimin es fuerte, y tú también lo eres. Juntos, lo traeremos de vuelta .
En ese momento de vulnerabilidad, Jungkook sintió un atisbo de esperanza. Sabía que tenía que seguir luchando, no solo por él, sino también por Jimin. Y aunque el camino por delante era incierto, estaba decidido a no rendirse.
Pero donde estaba Jimin ?

ESTÁS LEYENDO
Mi Big Boy - Km Au
AléatoireSiempre ha sido tímido y reservado es por eso que sus hermanos y padres lo cuidaban de sobre manera sobretodo sus guardias por que toda su familia sabía que Jimin al ser el menor de ellos corría más peligro a ser la mira de todos sus enemigos o eso...