Mi Big Boy - Km Au

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Jimin nació en un mundo de privilegios y secretos. Era el único omega de una de las familias más poderosas de Corea, la familia Park, una familia que se movía en la sombra del poder y la influencia.

Su nacimiento fue un evento que conmocionó al mundo de la mafia. Jimin no era un alfa, ni un beta, sino un omega, un omega que había nacido con partes íntimas femeninas, un omega que era considerado un tesoro, un objeto de deseo, un símbolo de poder.

Muchos doctores, enviados por familias rivales, intentaron asesinarlo en el momento de su nacimiento. Querían evitar que la familia Park tuviera un omega, un omega que podría ser utilizado para controlarlos, para manipularlos, para destruirlos.

Pero la familia Park estaba preparada.

Habían contratado a los mejores médicos, a los mejores guardias, a los mejores asesinos, para proteger a su pequeño omega.

Jimin creció en un mundo de lujo y seguridad, rodeado de amor y protección.

Sus padres lo amaban con una intensidad que bordeaba la obsesión. Lo protegían de todo peligro, lo mantenían alejado del mundo exterior, lo escondían de los enemigos.

Cuando Jimin tenía seis años, fue secuestrado por un grupo de hombres que querían abusar de él. Lo mantuvieron cautivo durante un mes, torturándolo, humillándolo, intentando convertirlo en un objeto de su deseo.

Su familia lo buscó con desesperación, movilizando todos sus recursos para encontrarlo. Finalmente, lo rescataron, pero el trauma del secuestro lo marcó para siempre.

Sus padres, aterrorizados por lo que había pasado, lo protegieron aún más. Lo mantuvieron encerrado en la mansión, evitando que tuviera contacto con el mundo exterior.

La inocencia y la timidez de Jimin eran el resultado de esa protección excesiva. No había tenido la oportunidad de experimentar la vida como un niño normal.

Sus padres le habían enseñado a obedecer, a ser sumiso, a no cuestionar su autoridad.

No lo dejaban salir de la mansión, no le permitían ir a la escuela, no le permitían tener amigos.

Solo cuando cumplió quince años, por insistencia de su mejor amigo, lo dejaron asistir a una escuela privada.

Pero incluso en la escuela, lo mantenían bajo vigilancia o eso era solo aveces .

Sus padres temían que alguien lo reconociera, que alguien intentara hacerle daño pero eso ya había pasado por que con solo un pie en la escuela ya todos lo habían reconocido.

Jimin vivía en una burbuja de protección, un mundo que él no había elegido, un mundo que lo había mantenido alejado de la realidad.

Pero a pesar de todo, Jimin mantenía una esperanza, una esperanza de un futuro mejor, una esperanza de un mundo donde pudiera ser libre, donde pudiera vivir su vida como él quisiera y con quien quisiera .