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Eunwoo marcó el número de Hyunjin, su dedo temblando ligeramente sobre la pantalla del teléfono.  No le dijo a Jungkook a quién llamaba, no quería despertar aún más su confusión y dolor.  Mientras esperaba la respuesta, se acercó al cuerpo de Jihyo, inconsciente y tendida sobre el suelo.  Una risa amarga y fría escapó de sus labios, una risa que reflejaba la furia y la desesperación que lo consumían.

Miró a Jungkook, sus ojos rojos e inflamados, su rostro contorsionado por el dolor.  Con una mirada incisiva, le señaló a Jungkook que le trajera cinta para su boca.  Jungkook, aún en shock, obedeció mecánicamente, buscando la cinta en un cajón cercano.

Una vez que la cinta estuvo en sus manos, Eunwoo la usó para amordazar a Jihyo, asegurándose de que no pudiera gritar ni hablar.  Luego, levantó su cuerpo sin esfuerzo, como si fuera una muñeca de trapo, y comenzó a caminar hacia el lugar que los señores Park utilizaban para torturar a la gente.

Era un sótano oscuro y húmedo, con paredes de piedra y un fuerte olor a humedad.  Eunwoo encontró unas cadenas gruesas y resistentes, las cuales colgó del techo, dejando un espacio considerable entre el suelo y el cuerpo de Jihyo.  La colgó de las cadenas, dejándola suspendida en el aire, su cuerpo inerte balanceándose ligeramente.

Antes de irse, Eunwoo disparó otra vez, esta vez apuntando a uno de los brazos de Jihyo.  La sangre brotó de la herida, goteando sobre el suelo de piedra.  Sabía que no debía matarla, no aún.  Hyunjin debía llegar pronto y explicarle todo a Jungkook.

Regresó a la sala, encontrando a Jungkook sentado en el sofá, llorando en silencio.  Eunwoo se acercó a él, pero antes de poder hablar, Hyunjin contestó la llamada.

- Hyunjin, debes venir ahora -  dijo Eunwoo, su voz firme y decidida.  - A la mierda el plan.  Jungkook debe saber la verdad.  Él está a mi lado.  Jihyo jodió todo, así que es hora de que Jungkook lo sepa.  Te espero acá.  Ven rápido.

Eunwoo escuchó la respuesta afirmativa de Hyunjin, una respuesta que le dio un poco de esperanza.  La verdad saldría a la luz, y la batalla por la justicia estaba tan cerca de terminar.

Mi Big Boy - Km Au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora