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El aire estaba cargado de pólvora y tensión. Jungkook, concentrado en su entrenamiento, esquivaba balas de los francotiradores con movimientos precisos y ágiles.  Su equipo, a su alrededor, ejecutaba las órdenes con disciplina y eficiencia.

Estaba tan inmerso en la práctica que no se dio cuenta de la presencia de Jihyo, la médica del equipo, hasta que sintió un toque suave en su hombro.

Se giró, encontrándose con la mirada de Jihyo, sonrojada y nerviosa.  Esperó pacientemente a que ella hablara.

- Jungkook - comenzó Jihyo, con la voz temblorosa.  - He querido decirte algo desde hace tiempo, pero no he tenido el valor .

Jungkook la observó con atención, sintiendo una punzada de curiosidad.

- Siento cosas por ti, Jungkook - dijo Jihyo, con la voz apenas audible.  - Desde que te conocí, no puedo dejar de pensar en ti.  Me gustas mucho .

Jungkook, sorprendido por la confesión, se quedó en silencio.  No esperaba que Jihyo sintiera algo por él.

En ese momento, una sombra se interpuso entre ellos.  Jimin, con el rostro endurecido por el enojo, se acercó a Jungkook, carraspeando con fuerza.

- Lo siento, linda - dijo Jimin, con un tono burlón, mirando a Jihyo con desdén.  - Pero Jungkook ya está conmigo.  Y nadie cambiará eso, ni tú.  Así que lo siento, pero él no aceptará tus sentimientos .

Antes de que Jihyo pudiera responder, Jimin tomó el rostro de Jungkook y lo besó con fuerza.  El beso fue intenso, lleno de pasión y posesión.  Jungkook, sorprendido por la acción de Jimin, se rio roncamente, disfrutando del sabor de sus labios.

Al separarse del beso, Jimin miró a Jihyo con una mirada fría y desafiante.

- No te metas con lo que no te pertenece - dijo Jimin, con un tono de voz amenazante.  - Y no vuelvas a hablarle a Jungkook de esa manera .

Jihyo, avergonzada y humillada, se alejó de Jungkook, sin decir una palabra.

Jungkook, con una sonrisa pícara, le guiñó un ojo a Jimin.

- Gracias por defenderme lindura aunque no te conocía así me gusta tu lado celoso - dijo Jungkook, con un tono de voz divertido.

Jimin, con una sonrisa triunfante, le respondió: - cállate tonto , no quiero que te acerques a ella Jeon o aunque aún no tengamos nada formal te corto las bolas me oíste .

Y así, en medio del campo de entrenamiento, Jimin había marcado su territorio, dejando claro que Jungkook era suyo y de nadie más.

La tensión se había disipado, dejando paso a una sensación de seguridad y confianza.  Jungkook y Jimin, unidos por un amor fuerte y apasionado, se prepararon para enfrentar juntos cualquier desafío que se les presentara.

Mi Big Boy - Km Au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora