Mi Big Boy - Km Au

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La noche era un manto oscuro que envolvía la mansión, un escenario perfecto para la audaz fuga de Jimin. El plan, meticulosamente elaborado por Hyunjin, era una intrincada red de distracciones y rutas secretas, una danza entre la oscuridad y la luz, donde cada paso debía ser preciso y silencioso. El éxito dependía de la sincronización perfecta, una coreografía de escape ejecutada con la precisión de un reloj suizo.

Hyunjin, con la experiencia de haber vivido en la mansión durante años, conocía cada rincón, cada sombra, cada recoveco. Era un maestro de la estrategia, capaz de prever y contrarrestar cualquier imprevisto. Su plan se basaba en tres pilares fundamentales: la confusión, la distracción y la velocidad.

La primera fase consistía en crear confusión. Hyunjin había dispuesto una serie de "incidentes" menores en diferentes puntos de la mansión. Un cortocircuito en la sala principal, una alarma falsa en el ala oeste, una pelea simulada entre dos guardias en el patio trasero. Estos eventos, aunque aparentemente insignificantes, desviarían la atención de los guardias, creando una atmósfera de caos controlado que facilitaría el movimiento de Jimin.

Mientras la confusión se extendía como una onda expansiva, Jimin, guiado por Hyunjin a través de un sistema de túneles y pasadizos secretos, se movía como una sombra. Conocía el plan al dedillo, cada curva, cada puerta, cada obstáculo. El silencio era su aliado, cada paso medido, cada respiración controlada. El corazón le latía con fuerza, una mezcla de miedo y emoción que lo impulsaba hacia adelante.

La segunda fase era la distracción. Mientras Jimin se desplazaba por las zonas menos vigiladas, Hyunjin, con la ayuda de algunos aliados de confianza, creaba una serie de distracciones más elaboradas. Una simulación de incendio en el ala este, un reporte falso de un intruso en el jardín, una emergencia médica inventada en la enfermería. Estos eventos, más significativos que los de la primera fase, atraerían la atención de la mayoría de los guardias, dejando un margen de tiempo crucial para la fuga de Jimin.

El tiempo se comprimía, cada segundo era precioso. Jimin sentía la adrenalina corriendo por sus venas, la tensión era casi tangible. El plan era audaz, incluso temerario, pero la esperanza de reunirse con Jungkook y la promesa de un futuro mejor lo empujaban hacia adelante. La oscuridad era su escudo, el silencio su arma.

La tercera fase, la velocidad, era la clave del éxito. Una vez que Jimin había llegado a la zona de escape, la velocidad era crucial. Hyunjin lo esperaba en el punto de encuentro, un antiguo pozo de agua que daba acceso a un túnel subterráneo que conducía fuera de la mansión. Allí, un coche preparado los esperaba para llevarlos a un lugar seguro.

Jimin corrió a través de los pasillos, sus pasos silenciosos y rápidos. El corazón le latía con fuerza, la adrenalina lo empujaba hacia adelante. Podía sentir la mirada de los guardias en la distancia, pero la confusión y la distracción habían funcionado a la perfección. Estaba a punto de alcanzar la libertad.

En el punto de encuentro, Hyunjin lo esperaba, su mirada seria pero llena de esperanza. Con un gesto rápido, le indicó que subiera al coche. El motor rugió, y el coche se alejó velozmente, dejando atrás la mansión, dejando atrás el peligro, dejando atrás el pasado. La fuga había sido exitosa. Jimin estaba libre. Pero la batalla aún no había terminado. La amenaza de Jihyo seguía latente, y la lucha por proteger a su hijo y a su amor recién comenzaba.

- Le escribiré a eunwoo , si quieres duerme Jimin te hará bien o comenzarás a alterarte y podrá afectar a mi sobrino... descansa todo estará bien acabaremos con jihyo lo prometo ...