Final pt1

972 78 0
                                        

La madrugada se cernía sobre la mansión Park. La lluvia caía con fuerza, golpeando los cristales de las ventanas como si intentara entrar a la fuerza. Dentro, todos dormían plácidamente, agotados por un día lleno de actividades y emociones.

De repente, un grito desgarrador rompió el silencio de la noche. Jungkook, sobresaltado, abrió los ojos y miró a su lado. Jimin estaba sentado en la cama, su rostro pálido y contorsionado por el dolor, mientras sostenía su vientre con fuerza.

- ¿Jimin? - preguntó Jungkook, su voz llena de preocupación.

Jimin, entre sollozos, solo pudo gemir, su cuerpo estremeciéndose por las contracciones. Jungkook, con el corazón latiendo con fuerza, se levantó de la cama y encendió la luz. La escena que se presentó ante sus ojos lo dejó helado. Las sábanas estaban manchadas de sangre, las manos de Jimin también estaban cubiertas de un líquido rojo y espeso.

Jungkook iba a gritar, a pedir ayuda, pero en ese instante, la puerta de la habitación se abrió. Todos los miembros de la familia, despertados por el grito de Jimin, entraron en la habitación, sus rostros llenos de asombro y preocupación.

- El bebé... el bebé viene - gritó Jimin, con un dolor que le retorcía el cuerpo.

En medio del caos, Jungkook reaccionó. Tomó a Jimin en sus brazos, tratando de calmarla, de darle apoyo. Con la ayuda de Félix y Hyunjin, bajaron a Jimin hasta el coche, iniciando una carrera contrarreloj hacia el hospital más cercano.

El camino al hospital se sintió interminable. Cada contracción de Jimin era un puñal que le atravesaba el corazón a Jungkook. El miedo, la angustia, la incertidumbre, lo consumían.

Finalmente, llegaron al hospital. Los médicos se movilizaron con rapidez, llevando a Jimin a la sala de partos. Jungkook, con el corazón en un puño, esperó impacientemente, su mente llena de pensamientos y emociones.

Las horas pasaron como una eternidad. El tiempo parecía detenerse, cada segundo se convertía en un siglo. Jungkook, agotado física y emocionalmente, se aferró a la esperanza.

Por fin, un médico se acercó a él, con una sonrisa cálida en sus labios. - Felicidades, señor Jeon - dijo, su voz llena de alegría. - Su hijo ha nacido. Tanto la madre como el bebé están bien.

Las palabras del médico fueron un bálsamo para el alma de Jungkook. Las lágrimas de alegría brotaron de sus ojos, lágrimas de alivio, de gratitud, de amor incondicional. Su hijo, su pequeño heredero, había llegado al mundo, trayendo consigo la esperanza de un futuro lleno de felicidad y de paz.

El final de la historia, el final de un largo y doloroso camino, había llegado. Un final feliz, un final lleno de amor, un final que celebraba la llegada de una nueva vida, la vida de su hijo. El pequeño heredero de las familias Jeon y Park, un símbolo de esperanza y de un futuro brillante.

  El pequeño heredero de las familias Jeon y Park, un símbolo de esperanza y de un futuro brillante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi Big Boy - Km Au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora