Siempre ha sido tímido y reservado es por eso que sus hermanos y padres lo cuidaban de sobre manera sobretodo sus guardias por que toda su familia sabía que Jimin al ser el menor de ellos corría más peligro a ser la mira de todos sus enemigos o eso...
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Eunwoo suspiró, aún en shock por la información recibida. Apagó su celular, dejándolo a un lado sobre la mesita de noche. Su mirada se posó en Jungkook, quien dormía plácidamente, un sueño profundo que contrastaba con la tormenta emocional que había vivido horas antes.
Eunwoo se acercó a la cama, observando el rostro sereno de su amigo. A pesar de la aparente tranquilidad, los rastros de la noche anterior eran evidentes: ojos hinchados e inflamados, manchas de sangre seca en su rostro, cabello revuelto y más largo de lo habitual. Incluso en su sueño, Jungkook parecía vulnerable, un ligero temblor recorría su cuerpo de vez en cuando, como si alguna pesadilla lo atormentara. El silencio de la habitación era sepulcral, roto solo por el suave sonido de la respiración de Jungkook. Eunwoo estiró la mano para cubrirlo con una manta, pero una voz lo detuvo.
- ¿Qué estás haciendo? - la voz fría y cortante de Jihyo resonó en la habitación, interrumpiendo la tranquilidad. Eunwoo se giró, encontrándose con la mirada seria y penetrante de Jihyo, quien se encontraba parada en el umbral de la puerta. Su expresión era una máscara de serenidad, pero Eunwoo, que conocía a Jihyo desde hace tiempo, percibió la tensión contenida bajo esa fachada.
Eunwoo, con una mezcla de nerviosismo y determinación, se enderezó y fingió una sonrisa. - Solo me estaba asegurando de que Jungkook estuviera bien - respondió, tratando de mantener la calma. - No quiero que nadie lo lastime.
Jihyo se acercó, su mirada analizando cada movimiento de Eunwoo. - No te preocupes - dijo, su voz aún fría. - Yo también me preocupo por él. Todos los que lo quieren lo estamos protegiendo de quienes intentan hacerle daño - La rigidez en su postura y la tensión en sus músculos delataban sus mentiras. Eunwoo notó la falta de sinceridad en sus palabras, la tensión en su cuerpo que delataba su nerviosismo.
Una sonrisa irónica se dibujó en los labios de Eunwoo. - Claro que sí - respondió, manteniendo el contacto visual. - Es bueno saber que todos estamos en la misma página. ¿Quieres hablar un rato? Tengo algo de tiempo .
Eunwoo sabía que Jihyo estaba fingiendo, que su preocupación por Jungkook era una fachada, una máscara para ocultar sus verdaderos motivos. Pero por ahora, debía jugar su juego. Debía mantener la calma, reunir información y esperar el momento oportuno para actuar. La conversación con Jihyo sería una oportunidad para observar sus reacciones, para descubrir sus planes y para encontrar una forma de detenerla. La batalla por la verdad y la justicia estaba lejos de terminar. La sonrisa de Eunwoo era una máscara, pero detrás de ella se ocultaba un plan, un plan para desenmascarar a Jihyo y salvar a Jungkook y a Jimin.
La conversación entre Eunwoo y Jihyo comenzó con una tensión palpable, un silencio incómodo que colgaba en el aire entre ellos. Jihyo, apoyada en el marco de la puerta, mantenía una expresión impasible, mientras Eunwoo, sentado en una silla junto a la cama de Jungkook, observaba cada uno de sus movimientos. El aire estaba cargado de una mezcla de sospecha, desconfianza y una peligrosa calma.
- Así que, ¿cómo está Jungkook? - Jihyo rompió el silencio, su voz fría y controlada, como si estuviera recitando un guion aprendido de memoria. Sus ojos, sin embargo, no dejaban de recorrer la habitación, observando cada detalle, cada sombra.
- Duerme - respondió Eunwoo, su tono tranquilo pero firme. - Está agotado, pero parece que descansa bien - Eunwoo mantuvo su mirada fija en Jihyo, sin apartar la vista de sus ojos, buscando cualquier señal que pudiera delatar sus verdaderas intenciones.
- Me alegra oírlo - dijo Jihyo, su voz carente de emoción. - Ha pasado por mucho. Todos estamos preocupados por él - Sus palabras sonaban huecas, una máscara que ocultaba la verdad que Eunwoo sospechaba.
- Sí, lo sabemos - respondió Eunwoo, sin dejarse engañar por la fachada de Jihyo. - Todos queremos lo mejor para él, para Jimin, para todos - Eunwoo estaba probando las aguas, tratando de medir la reacción de Jihyo ante la mención del nombre de Jimin.
Jihyo se mantuvo impasible, su expresión no cambió ni un ápice. - Por supuesto - dijo, su tono monótono. - Jimin... es una situación complicada. Espero que todo se resuelva pronto -
Eunwoo asintió lentamente, observando la rigidez en la postura de Jihyo. - Sí, una situación complicada - repitió, enfatizando las palabras. - Pero creo que con la ayuda de todos, podremos superarla - Eunwoo estaba presionando, tratando de romper la barrera de hielo que Jihyo había construido a su alrededor.
El silencio volvió a llenar la habitación, un silencio denso y cargado de significado. Eunwoo podía sentir la tensión entre ellos, la batalla silenciosa que se libraba entre la verdad y la mentira. Jihyo estaba nerviosa, sus movimientos eran tensos, sus ojos se movían constantemente, buscando una salida, una forma de escapar de la presión que Eunwoo estaba ejerciendo sobre ella.
- Bueno - dijo Jihyo finalmente, su voz ligeramente temblorosa. - Debo irme. Tengo cosas que hacer - Sus palabras eran una retirada, una confesión involuntaria de su culpabilidad.
- Claro - respondió Eunwoo, manteniendo su mirada fija en Jihyo. - Cuídate - Eunwoo sabía que la conversación no había terminado, que la batalla entre ellos apenas comenzaba. La máscara de Jihyo se estaba resquebrajando, y Eunwoo estaba listo para aprovechar cualquier oportunidad para desenmascararla. La verdad, tarde o temprano, saldría a la luz. Y Eunwoo estaba decidido a asegurarse de que eso sucediera.
