—Puto niño de mierda.—mascullé mientras le veía marcharse tras dejar una bolsa junto a los barrotes de mi celda.—Me cago en su padre.
Aquí era donde debían haber tenido encerradas a María y a mi madre. Era un trozo de cueva más excavado en la roca, tenía unos barrotes de hierro con una gran cerradura al estilo de una cárcel medieval. Era frustrante porque casi podía colarme entre las estúpidas barras de metal. Dentro solo tenía una cama y un cubo, ya os podéis imaginar para qué era el cubo.
Solo llevaba unas horas ahí pero ya sentía que me faltaba el aire, parte de la culpa podía ser mía por haberle escupido vino en la cara a mi anfitrión, quizás podía haber jugado mis cartas de una manera más seductora.
Me fijé que debajo del colchón asomaba un trozo de papel, cuando lo tuve entre mis manos me dí cuenta de que era una carta. Pude reconocer la letra de mi madre y estaba dirigida ni más ni menos que a mí.
Querida Reika,
Te escribo esto sin saber si algún día podrás leerlo o no, sin embargo no me falta tiempo aquí encerrada y no me importa emplearlo en esto si hay una pequeña posibilidad de que esta carta llegue a tus manos.
Ojalá pudiese decir el nombre de quien me ha ayudado durante mi breve pero dura estancia aquí, pero no lo haré por su seguridad aunque estoy terriblemente agradecida por brindarme apoyo y la oportunidad de comunicarme con mi hija aunque sea por última vez.
Planeo escapar mediante el túnel que he cavado bajo el colchón, ahora mismo calculo que está casi terminado, aunque la parte más complicada será después cuando tenga que escapar de todos los hombres lobo a través del bosque que es su territorio y no el mío.
Reika, quiero que sepas que no te reprocho no haber venido a por mí porque entiendo el dolor que te he causado y, en cierto modo, me lo merezco.
Te quiero muchísimo cielo.
Firmado: Mamá.
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🐾REIKA
WerewolfHa llegado una luna llena muy especial para Reika, ya que ha hecho que conozca a Max, Ayax y Duke. Podéis leer su aventura, ambientada en Galicia, en capítulos cortos y muy ilustrados.