Llegué y en la recepción del hospital no había ni rastro de la enfermera que solía saludarme, no la había visto desde el incidente del lobo. El resto de personal me miró sin decir nada mientras yo entraba en la sala donde estaba mi abuela.
--Ya he vuelto.--murmuré. Esperaba ver a mi tía jugando con su móvil o malgastando su tiempo de alguna otra forma. Pero o mi tía había cambiado mucho en un solo día, o ella no era aquel chico. Me encontré con Ayax sentado a los pies de la cama de la yaya.
--Perdona, solo estaba vigilando, ya me voy.-- levantó las manos de forma pacífica. Me resultó bastante difícil procesar toda aquella información.
--Espera...-- vi la calma en el rostro durmiente de mi abuela y le detuve agarrando su brazo.--¿Por qué?
--Bueno, ya viste que tuve que detener a Javier antes de que le hiciese daño a tu abuela.-- pestañeé muy fuerte y lento.-- Por favor, no nos juzgues a todos por las acciones de uno. En realidad, somos bastante discretos y casi nunca...
--¿Tú eras el lobo negro?-- le miré confusa, naturalmente me resultaba extraña la idea.
--Sí.-- se oyó como un murmullo, parecía avergonzado.
Me acerqué despacio y rodeé su cintura envolviéndole en un abrazo, resultaba ridículo tener que hacer que él se agachase a pesar de estar de puntillas.--Gracias.
--Es lo mínimo que puedo hacer por ti.-- un escalofrío me recorrió la espalda.
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🐾REIKA
Про оборотнейHa llegado una luna llena muy especial para Reika, ya que ha hecho que conozca a Max, Ayax y Duke. Podéis leer su aventura, ambientada en Galicia, en capítulos cortos y muy ilustrados.