Ha llegado una luna llena muy especial para Reika, ya que ha hecho que conozca a Max, Ayax y Duke.
Podéis leer su aventura, ambientada en Galicia, en capítulos cortos y muy ilustrados.
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—Ya está todo preparado, Reika.— Tyson me recibió y me indicó el camino hacia la parte más alta, que iba a servir como escenario.
—Gracias...—comencé a subir seguida por Max, Duke y Ayax en ese orden, supongo que a los demás no les hizo demasiada gracia aquel favoritismo.
Una vez estando allí me di cuenta de que habían iluminado donde yo iba a estar con focos directos, de modo que no veía las caras que tenía a mis pies.
—Bueno, antes que nada quiero agradecer a todos la confianza que habéis depositado en mí al quedaros a mi lado.— empezaron los aplausos y tuve que callarme unos segundos porque eran demasiado ensordecedores como para hablar por encima, busqué las miradas cómplices de quiénes cubrían mis espaldas pero ellos estaban cabizbajos.— Ahora que este vínculo que nos une ha dejado de ser una imposición, espero que podamos llegar a ser una gran familia.—volvieron los aplausos. — Ya me he presentado a mí misma antes, pero también quiero que conozcáis a unas personas a las que adoro con todo mi corazón.— Tomé sus manos obligándoles a avanzar.—Estos son Ayax, Max y Duke; y son los amores de mi vida, de modo que espero que los cuideis y respeteis tanto como a mí.— costó un poquito que arrancase, pero comenzó una ráfaga de aplausos, en gran parte motivada por mí.— Bueno, creo que ya todo está dicho. ¿Alguien tiene alguna duda o propuesta?
Tuve que achinar los ojos, pero finalmente pude ver una manos alzada entre la luz y señalé a quién quería hablar.
—Ahora que no estamos al servicio de nadie y no estamos obligados a nada, ¿qué función tiene esto?— me hubiese gustado poder identificar de donde venía porque era muy buena pregunta.
—Mi intención es que estar juntos se sienta como estar en familia, que cuando nos reunamos os encontréis en vuestro propio hogar.— Ayax me dió la mano discretamente en señal de apoyo, ya que debió leer mi mente entrando en pánico. — Pero creo que deberíamos fijar un objetivo al que llegar juntos.
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