40 ¿De quién era el gameto?

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——No sé porqué te empeñas en curarnos, nuestras heridas desaparecen en horas y en aún menos tiempo si estás a nuestro lado

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——No sé porqué te empeñas en curarnos, nuestras heridas desaparecen en horas y en aún menos tiempo si estás a nuestro lado.—— sonreí, supersanación para otros, otro poder que es una mierda porque no funciona conmigo misma.

——Déjame, me gusta jugar a ser doctora.—— mucho me temo que jugar sería lo único que podía hacer porque con mi media de bachillerato no me daba ni para enfermería.

——¡Auch!—— se me escapó una risita al ver cómo se quejaba por tan solo un poco de desinfectante para la herida.——Hey, ahora verás.—— yo estaba sentada sobre su regazo en sentido contrario, pero de pronto se volvió sobre mí, me dejó tumbada sobre la cama y comenzó a hacerme cosquillas.

——¡Me rindo! ¡Me rindo!——conseguí balbucear entre risa y risa.

——No aceptamos la rendición.——murmuró Max, que en cuanto vio lo que allí ocurría no tardó en unirse.

——¡Dos contra una! ¡No es justo!—— sentía como si me estuvieran haciendo cosquillas hasta por dentro.

——¿Y tres contra una?—— apareció el que faltaba. Esto continuó unos minutos, tres hombres adultos dedicando su tiempo a hacerme cosquillas.——Bueno, creo que ya ha tenido bastante.

——Os odio.—— a penas podía respirar de todo lo que me había reído. Fui al baño, porque sigo siendo humana y sin poderes de superretención de orina ni nada.
Aproveché para mirar mi teléfono, tenía una notificación de la aplicación que usaba para el seguimiento de la regla, mi periodo tenía que haber llegado hacía dos días.
Eché cuentas mentalmente, teníamos un problema. Salí y encontré tres pares de ojos observándome preocupados.

——¿Quieres que vaya a comprar un test?—— preguntó Max. Yo asentí, aunque me extrañó que fuese él quien mejor manejara la situación.——Oye, estamos aquí pase lo que pase.—— me besó la frente antes de ponerse la chaqueta y marcharse.

——Reika, ¿qué quieres hacer?—— me encogí de hombros, quería tomarme un batido de oreo viendo al doctor House gruñirle a sus pacientes.
Duke trataba de disimular, pero no hacían falta superpoderes para saber que estaba aterrado.

——Yo sé lo que es crecer en una familia jodida, te prometo que no permitiré que eso le pase a nadie.—— entonces una duda surgió en mi cabeza, una duda no deseada, que yo no quería que estuviera ahí. ¿De quién era el gameto, a parte de mío?

 ¿De quién era el gameto, a parte de mío?

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