🐾REIKA

80 Por las malas

—¿Y ahora qué?— pregunté frustrada, pero solo me encontré con los ojos de Ezra llenos de ilusión. 

—Ahora tendremos la oportunidad de disfrutar de nuestra compañía.— anunció sirviendo dos copas de vino.

—Yo no voy a disfrutar de nada.— debió pillarle por sorpresa porque derramó un poco de vino al girarse repentinamente.— Estoy aquí obligada, en realidad me gustaría estar con Ayax, Max y Duke.— intenté decirlo suavemente. 

—Ya, ya, estás marcada...— admitió con tanta rabia que no le permitía vocalizar tan bien como solía hacerlo.

—Ellos también, llevan mi nombre en el cuello.— tengo que admitir que mis ojos se llenaron de lágrimas al recordarlos con tanto detalle.— Es una conexión muy fuerte Ezra, tienes que entenderlo.

—Lo entiendo perfectamente, lo que no me cuadra es que puedas tenerla con tres tipos distintos y conmigo no.— tiró una de las copas de vino, esta vez no fue en mi dirección, pero era igualmente un gesto intimidante.

—Es algo que no se puede forzar, y eso es lo que tú estás intentando hacer.— gruñí bebiendo de la otra copa de vino antes de que la tirase también. 

—¿Eso crees que estoy haciendo?— no le quedaban más copas por lanzar así que optó por volcar la mesa con facilidad.

—Teniendo en cuenta que has secuestrado a gente solo para que venga a verte en vez de invitarme, me parece que sí.— me mantuve impertérrita ante sus estúpidas muestras de fuerza contra el mobiliario y me concentré en el vino que estaba ciertamente exquisito. 

—Lo he intentado por las buenas, pero te aseguro que vas a ser mía sí o sí.— se acercó muchísimo a mi cara tratando de asustarme con su mueca de furia, pero eso no iba a funcionar ahora que había estado dispuesta a morir hacía tan solo unos instantes. Así que como respuesta, en un movimiento suicida, escupí el vino que aún tenía en la boca en su cara.