13 Huevos Kinder

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——Reika, despierta

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——Reika, despierta.—— Ayax me obligó a abrir los ojos y levantarme del sillón.——Duke ha venido para llevarte a casa.

——¿Tú te quedarás con la yaya?—— él asintió y eso me hizo sentir suficientemente segura como para dejarla en sus manos.

——Hola, Reika.—— Duke resultaba terriblemente atractivo, sus rasgos parecían tallados en mármol, salvo sus ojos que reflejaban una mirada cambiante y muy profunda.

—— Duke resultaba terriblemente atractivo, sus rasgos parecían tallados en mármol, salvo sus ojos que reflejaban una mirada cambiante y muy profunda

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——Hola.—— me sentía un poco culpable por no haber respondido sus mensajes.

——¿Estás lista?—— asentí y él sujetó la puerta de la habitación para que yo saliese. Besé a mi abuela en la frente y le di un abrazo bastante incómodo a Ayax.
En la puerta del hospital solo vi tres ambulancias, un Seat panda y un range rover negro.

——¿Lo estás dudando?—— era como si me hubiese leído la mente. Abrió el range rover con la llave a distancia y entramos.

Encendió la radio y nos pusimos en marcha. Tenía esa pose de conductor experimentado, con una mano en el volante y otra en el cambio de marchas. De fondo teníamos una balada de los años ochenta, me fue imposible no moverme al ritmo, aunque disimulé.

——Te he comprado algo para cenar, no es ninguna maravilla pero pensé que no te apetecería cocinar ahora.—— sin duda había acertado.

——Gracias.—— dije tomando un sorbo de la botella de agua y dejándola en el parabrisas. En la bolsa también había un sandwich vegetal y un huevo Kinder. Le miré extrañada y él sonrió.

——Lo siento, es que me encantan.—— también había otro para él.

En un giro, la botella de agua cayó sobre el pantalón de Duke, se manchó de la cintura hasta la rodilla derecha

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En un giro, la botella de agua cayó sobre el pantalón de Duke, se manchó de la cintura hasta la rodilla derecha. Saqué las servilletas de la bolsa y las coloqué sobre la zona mojada.

——Perdona, ha sido culpa mía, soy un desastre y...—— me agarró de la muñeca para alejarme.

——Por favor, no me toques.—— dijo con dificultad. Notaba la tensión en todo su cuerpo, se marcaban sus venas en brazos y cuello.

——Lo siento, no quería molestarte.—— me pegué a la ventanilla.

——Ese es el problema, no me molesta en absoluto, de hecho todo lo contrario.——no acababa de entenderlo, pero decidí cerrar la boca hasta que llegamos.

——Gracias por traerme.—— apenas podía mirarle a la cara.

——Tienes que entender cómo me afecta cada gesto, cada roce, cada mirada, cada gota de tu perfume...—— parecía sufrir solo de pensarlo.

——No es culpa mía.—— gruñí antes de salir del coche.

—— gruñí antes de salir del coche

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