Ha llegado una luna llena muy especial para Reika, ya que ha hecho que conozca a Max, Ayax y Duke.
Podéis leer su aventura, ambientada en Galicia, en capítulos cortos y muy ilustrados.
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--No olvides leer el enunciado despacio.-- repitió Duke mientras pasaba las hojas de trigonometría nerviosamente.
--Me vais a poner nerviosa.-- gruñí con los ojos cerrados para intentar concentrarme en el ciclo de Krebs.
Cuando los abrí, vi a Lúa a punto de llamar al timbre para entrar. Abrí la puerta del coche y salí lanzando tres besos al aire.
--¡Lúa!-- grité para que mantuviese la puerta abierta.
--¿Estás lista?-- asentí.
Lúa solo tenía que hacer la recuperación del examen de matemáticas, que era el primero de la mañana. Iris había aprobado todas las asignaturas, y decía que iba a estar estudiando sin parar hasta la prueba de acceso a la universidad.
Llegamos a la clase mirando los apuntes sin hablar, creíamos tener unos minutos más, pero la profesora ya estaba ahí.
--Vamos a empezar el examen, solo podéis tener encima de la mesa bolígrafos azules y negros, y una calculadora.-- dejamos las mochilas en la parte de atrás de la clase y cuando fui a dejar el móvil sobre la mesa de la profesora, como el resto de la clase, ella se dirigió a mí frunciendo el ceño.-- Reika, te has saltado la mayoría de mis clases, no deberías hacer el examen.
--Creo que puedo conseguirlo.-- dije sin más yendo a mi pupitre. No quería darle una excusa para echarme del examen, pero ella era una profesora bastante nefasta.
Repartió los exámenes dedicándome otra mirada envenenada. Me esforcé para comunicar mentalmente a los chicos que el examen iba a empezar, como respuesta recibí un suspiro de Duke.
Es cierto que contaba con una gran ayuda, pero aún así, me pareció un examen bastante fácil y lo acabé antes de tiempo.
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Eso me dejó el tiempo suficiente para ver al resto de mis compañeros sufriendo, incluida Lúa. Deseé poder comunicarme con ella mentalmente, pero eso era imposible. Estaba ante un dilema tamaño XXL, podría arriesgar todo solo por ayudar a una amiga. Por supuesto.
Esperé a que ella hiciera contacto visual conmigo y después levanté el examen en su dirección vigilando que la profesora no mirase. Gesticuló un "gracias" con los ojos llorosos y yo sonreí de vuelta.
Y así se fueron sucediendo los exámenes. Max fue el mejor sin duda alguna, porque Duke se ponía demasiado nervioso y Ayax no paraba de parlotear dándome demasiada información. Solo quedaba esperar los resultados.
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