63¿Quiénes sois?🗣

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Duke estaba tan nervioso que había insistido en subirse a la copa de un árbol para ver llegar a los otros y al final accedimos con tal de no seguir oyéndole

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Duke estaba tan nervioso que había insistido en subirse a la copa de un árbol para ver llegar a los otros y al final accedimos con tal de no seguir oyéndole.

Yo estaba acurrucada contra el pecho de Max, que no paraba de besarme y decirme lo preciosa que era.
Ayax me miraba con media sonrisa y mordiendo su labio inferior, pero a una distancia prudencial junto a Hades.

—Eres demasiado.— susurró Max acercando su nariz a mi pelo para aspirar profundamente.

—¿Demasiado qué?— pregunté fingiendo ser ilusa.

—No sabría decirte lo que siento, pero lo que sea, es en cantidades desorbitadas.— simplemente sonreí y me dediqué a observar a Duke entre las hojas.

—¿Debería estar frotándome por aquí o algo para dejar mi olor?— hubiese sido bastante gracioso de ver, lo cual no estaba de más en una situación tan tensa. 

—Creéme, cualquiera podría olerte a kilómetros.— Supongo que Max no lo dijo con mala intención y para él fuese hasta un cumplido, pero a mí me dejó algo acomplejada.

De repente Duke bajó por el tronco con la agilidad de una ardilla y vino hasta nosotros. 

—Vienen tres, pero hay otros cinco esperando a unos seiscientos cincuenta metros.— anunció justo antes de ponerse delante de mí. 

Ayax avanzó hasta la primera línea de defensa y Hades se colocó a su lado.
Max tomó mi mano con fuerza.
Claramente estaban aterrados.

Me puse en pie tratando de sobresalir un poco de aquella formación tortuga que habían hecho a mi alrededor pero me fue imposible. 

Vimos aparecer a tres individuos y cuando ellos se dieron cuenta de nuestra presencia se quedaron petrificados ante nosotros, no parecía que tuviesen miedo, más bien era estupor. Supongo que esperaban encontrarse una víctima fácil tremendamente atractiva y desvalida caminando por el bosque de noche.

—¿Quiénes sois?— ya que nadie decía la primera palabra, me atreví a romper el silencio.

—¿Quiénes sois?— ya que nadie decía la primera palabra, me atreví a romper el silencio

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