51: Lo sabías

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HAZEL

Abrí los ojos de golpe, como si hubiera estado sumida en un profundo sueño del que despertaba de pronto. La luz que me rodeaba era tenue, como un atisbo de un amanecer, y la familiar sensación de la fría tierra bajo mi cuerpo me trajo de vuelta a la realidad. La escena a mi alrededor se aclaró lentamente, y vi a Janice arrodillada junto a Harshal, su expresión llena de determinación y preocupación. Harner estaba ahí también, junto a ella, taponando la herida con un paño ensangrentado de un líquido purpúreo.

Harshal se retorcía y gritaba mientras la herida se sanaba a pausas, Harner presionaba el paño y janice seguía administrándole la sanación alquímica. Pero esta era otro tipo de sanación, esta parecía ser brusca, dolorosa, podía ver los bordes de la herida estirarse de formas algo grotescas a la hora de cerrarse. Encima, la forma que Janice usaba, lo estaba trayendo otra vez a la humanidad de antes. El cristal en su frente resplandecía levemente, resaltando entre la negrura de su piel y la sangre violeta.

Curiosamente, todos en ese pequeño espacio vestíamos las túnicas moradas y rojas de los habitantes de El Abismo, ásperas y gruesas. Ahora comprendía porqué era que ellos se vestían así, esta ropa aislaba el frío crudo de estas áreas casi subterráneas. Aún así, mi aliento se condensaba en vaho al respirar.

Intenté incorporarme, sintiendo el agotamiento recorrer mi cuerpo, y vi que la herida en el hombro de Harshal aún manaba sangre oscura. La desesperación se apoderó de mí, pero sabía que no tenía la alquimia para ayudarlo. Lo único que podía hacer era quedarme al lado de Janice y darle mi apoyo.

—Harshal, resiste —murmuré acercándome a él con cuidado por detrás de Janice. Sintiendo la necesidad de hacer algo, de al menos transmitirle mi presencia.

Sus ojos se encontraron brevemente con los míos, y en ese instante, sentí una chispa de conexión, una promesa silenciosa entre nosotros. Harshal me dedicó una mirada intensa, y por un momento, el dolor que lo consumía pareció desvanecerse, reemplazado por un destello de esperanza.

Janice, sin perder tiempo, se inclinó hacia él, sus manos temblorosas mientras comenzaba a canalizar su energía. Su rostro reflejaba la intensidad del momento, y pude ver cómo la preocupación la consumía. Sabía que el proceso sería doloroso, pero estaba decidida a sanar a Harshal.

Harshal apretó los dientes, y un quejido de dolor escapó de sus labios mientras la luz brotaba de las manos de Janice, llenando el aire con una energía palpable. Podía sentir la tensión entre ellos; la conexión que existía se hacía más fuerte con cada segundo.

Las manos de Janice temblaban mientras absorbía el dolor y la maldición de Harshal, y yo no podía hacer más que observar, deseando que pudiera ayudar. El brillo de la alquimia de Janice iluminaba la oscuridad que nos rodeaba, y mientras la herida de Harshal empezaba a cerrarse, su rostro se retorcía en un gesto de sufrimiento. Era evidente que cada segundo se sentía como una eternidad.

Finalmente, después de un rato que pareció interminable, la herida de Harshal dejó de sangrar, y la luz que emanaba de Janice comenzó a disiparse. El aire se volvió más pesado, y el silencio envolvió el espacio mientras ella caía de rodillas, exhausta pero aliviada.

—Ya está... —susurró, mientras sus ojos se encontraban con los de Harshal, llenos de una mezcla de orgullo y dolor.

Harshal se incorporó lentamente, su respiración aún entrecortada, pero sabía que había sobrevivido. Miré a Janice, con un nudo en la garganta, admirando su valentía y determinación.

Harner retrocedió, quitando de la herida el paño y acercándose a Janice para sostenerla después de tal descarga de energía. Harshal estaba semidesnudo; al transformarse en demonio, había rasgado sus ropas, y ahora, al volver a ser un chico, las cicatrices de su espalda se veían a la luz del eclipse. Donde antes hubo un agujero que dejaba ver lo que había tras él, ahora había una gran cicatriz deforme y desagradable. Pero estaba sano, y eso era todo.

Un Abismo Entre Catarsis y OniriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora