Caelum, después de días sin descanso real, finalmente cerró los ojos. No solía soñar, pues como Vasija, su mente estaba entrenada para no distraerse con ilusiones o fantasías. Sin embargo, esa noche, algo diferente ocurrió.
En la quietud de la oscuridad, una escena comenzó a formarse en su mente. Se encontraba frente a la puerta de Elyra, la misma que había vigilado por tantas noches. Solo que esta vez, la puerta se abrió lentamente. De pie en el umbral, estaba Elyra, con su figura radiante. Su luz suave bañaba el pasillo, envolviéndolo en una sensación de calma y serenidad.
—No puedo dormir —dijo ella con una voz dulce, casi como un susurro—. ¿Podrías hacerme compañía?
Caelum la observó con atención, sintiendo una ligera incomodidad en su pecho, algo que rara vez experimentaba. Él no entendía del todo lo que Elyra le estaba pidiendo, pero asintió con una ligera inclinación de cabeza. Era su deber protegerla, y si su presencia podía brindarle alguna tranquilidad, entonces no dudaría en acompañarla.
—Muy bien —dijo con su voz profunda y carente de emociones, mientras daba un paso hacia la habitación.
Elyra lo miró con una calidez que, a pesar de su seriedad, lo hacía sentir menos pesado. Ella no lo veía como lo hacía el resto de las criaturas de Hallownest, temerosas y llenas de rumores sobre la Vasija Pura. Para Elyra, él era simplemente su protector, alguien a quien confiaba.
Caelum cruzó el umbral y ella, con un suave gesto, empujó la puerta detrás de él, cerrándola. Se giró hacia él y, con una mano ligera y delicada, tocó suavemente su pecho, donde su armadura oscura y fría protegía su ser. La yema de sus dedos acarició la superficie metálica, y aunque Caelum no sentía el contacto físico, el simple gesto hizo que una corriente de extraña calidez lo recorriera.
—Gracias por estar aquí —dijo Elyra con una sonrisa amable.
Con ese toque, Elyra lo empujó suavemente hacia la cama. Él, rígido por naturaleza, no resistió, permitiendo que lo guiara hasta que se sentó en la orilla de la cama. La suave presión de su mano sobre su pecho era un contraste tan fuerte con la firmeza que él estaba acostumbrado a exhibir. Era como si ese simple toque derribara las murallas de su armadura invisible, exponiendo algo que ni siquiera él sabía que existía dentro de sí mismo.
Elyra, con una gracia que parecía fluir naturalmente, se subió y se sentó en sus piernas. Caelum quedó inmóvil, sin saber cómo reaccionar. Sus pensamientos estaban enredados en la confusión. La cercanía de Elyra, la suavidad de su toque, y la calidez que emanaba de ella, todo eso desafiaba su comprensión.
Con una delicadeza inesperada, Elyra colocó sus manos detrás de la nuca de Caelum, acercándose lentamente para darle un beso en la parte superior de su casco. El gesto fue tan inesperado que Caelum sintió un temblor en sus manos. No sabía qué hacer, pero, instintivamente, colocó sus manos temblorosas en las caderas de Elyra.
Elyra, sin dejar de mirarlo con esa luz tranquilizadora, cambió de posición suavemente. Se recostó en la cama, mientras él se movía para quedar encima de ella. Su postura era protectora, pero al mismo tiempo, su mirada estaba fija en el ser que tenía debajo de él. Ella tenía los ojos cerrados, una sonrisa serena en su rostro, como si estuviera en paz.
—Descansa —murmuró ella, su voz como una brisa suave—. Hoy nada te dañará. Solo disfruta de este momento.
Caelum miró a Elyra con una mezcla de asombro y confusión. La visión de su rostro sereno y la suavidad de sus palabras lo hicieron sentir una mezcla de emociones que no comprendía completamente. Aunque él siempre había estado enfocado en su deber, proteger a Elyra de cualquier daño, esta noche había cambiado algo dentro de él.
No podía explicar lo que sentía, pero en ese instante, mientras observaba a Elyra y la luz de la luna iluminaba suavemente su figura, supo que algo había cambiado en su corazón. Aunque sus pensamientos estaban nublados y sus sentimientos eran confusos, el momento que compartían era algo que nunca antes había experimentado.
Caelum abrió los ojos de golpe, sobresaltado. Afuera, la noche seguía igual, y todo estaba en calma. Sin embargo, su mente seguía perturbada por las imágenes de Elyra, y el eco de sus palabras. Algo dentro de él había cambiado, y aunque no podía ponerle nombre a ese sentimiento, sabía que lo atormentaría por mucho tiempo.
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Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)
FanfictionEste fanfic toma inspiración del universo de Hollow Knight, pero no sigue el lore oficial del juego. Aquí, la Vasija Pura será llamada Caelum, y Elyra será el nombre de la lectora. Los eventos y detalles de los personajes han sido reimaginados para...