Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)

Capitulo 70: ¡Caelum!

Caelum apretó los puños, su mente luchando por mantenerse consciente, pero el dolor era abrumador. Gritó, un grito ahogado que resonaba en la soledad de su entorno. Sentía cómo la corrupción luminosa lo asfixiaba, destruyendo todo lo que había sido, mientras su destino se torcía hacia la oscuridad.

Con un esfuerzo titánico, Caelum se levantó de las frías baldosas del templo del huevo negro, arrastrando su cuerpo hacia la salida. Algo en el aire le decía que Elyra estaba en peligro, y eso lo impulsó a seguir adelante, aunque el dolor en su cabeza era casi insoportable.

—Elyra... —murmuró entre dientes, una súplica que resonaba en lo más profundo de su ser.

De repente, un estruendo resonó desde fuera. La voz de Elyra lo atravesó como un rayo, llena de pánico y desesperación.

—¡Caelum! ¡Caelum, por favor! —gritó. El sonido de su voz fue un ancla en medio de su tormenta interna. Con la poca fuerza que le quedaba, se forzó a avanzar, pero el Rey Pálido y los Soñadores se interpusieron en su camino.

—No, Caelum, no puedes salir así. —La voz del Rey era un eco lejano, una advertencia que apenas pudo procesar.

Sin pensarlo dos veces, reunió la poca energía que le quedaba y, con un movimiento brusco de su mano, lanzó una onda de energía oscura, empujando al Rey y a los soñadores hacia atrás.

—No me detendrán... —gruñó, con la voz quebrada.

Con el poco poder que quedaba en su cuerpo, usó su Teletransporte y, en un parpadeo, apareció detrás de Elyra.

La brisa fresca del exterior lo envolvió, pero no había tiempo para respirar. Elyra estaba allí.

La escena que presenció lo llenó de furia. El caballero que protegía al Rey la tenía agarrada del hombro, con demasiada fuerza. Elyra luchaba, su rostro lleno de desesperación.

Caelum, movido por un impulso incontrolable, golpeó al caballero con toda la fuerza que le quedaba, apartándolo de Elyra.

—Aléjate de ella, —gruñó, con una voz profunda y oscura, diferente a la habitual. Sus ojos brillaban con la sombra de la infección que lo estaba consumiendo.

Elyra lo miró aterrorizada. Sus ojos celestes se llenaron de lágrimas al ver el estado en el que estaba Caelum. Su cuerpo estaba cubierto de marcas naranjas, su aura completamente corrompida. Parecía que la luz dentro de él estaba apagándose lentamente.

—Caelum... estás... —comenzó a decir, con voz temblorosa.

Caelum no la dejó terminar. Sabía que no le quedaba mucho tiempo. Se giró hacia Nox, que observaba la escena con ojos llenos de preocupación.

—¡Huye lejos! —le ordenó, su voz un susurro lleno de desesperación.

Nox lo miró con dolor, pero la decisión fue inmediata. Sin dudarlo, se alejó, dejando a Caelum y Elyra en la inminente tormenta.

Caelum sintió que la oscuridad lo consumía, pero no podía permitir que Elyra se viera atrapada en ella.

—Voy a llevarte a un lugar seguro. —

La tomó de la cintura, su toque llenando de calidez la fría oscuridad que lo envolvía. Usó su habilidad de teletransportación, y en un abrir y cerrar de ojos, ambos se encontraron en las profundidades del palacio, en el santuario ancestral.