Caelum caminaba con paso firme por los vastos y oscuros pasillos del palacio de Hallownest. Sabía hacia dónde se dirigía, hacia quién debía reportarse. Aunque su mente estaba absorta en pensamientos sobre Elyra y lo que había aprendido, primero debía cumplir con el deber que le correspondía como protector y servidor del reino. La paz con la Aldea de las Mantis había sido restaurada, y ese era el mensaje que debía llevar ante el Rey Pálido.
El aire dentro del palacio estaba frío, casi gélido, algo que había llegado a considerar normal a lo largo de su vida. Creado para servir, Caelum siempre había visto a su padre, el Rey Pálido, no como una figura paternal, sino como un gobernante que debía obedecer. Sin embargo, la misión que acababa de cumplir tenía un peso especial. No era solo una tarea más, era una pieza crucial en la búsqueda de una protección definitiva para Elyra.
Finalmente, llegó a las enormes puertas que conducían a la sala del trono. Los guardias que custodiaban la entrada lo reconocieron de inmediato y, sin necesidad de palabras, abrieron las puertas para que pudiera entrar.
El Rey Pálido, majestuoso en su trono, lo esperaba. Su figura alta y delgada se proyectaba en la penumbra, observando a Caelum con su típica mirada insondable. Sus ojos parecían analizar cada movimiento de su hijo, pero como siempre, mantenía el rostro neutral.
—Has regresado —dijo el Rey Pálido con su voz suave pero poderosa, resonando en la vasta sala vacía.
—Sí, mi Rey —respondió Caelum, inclinando la cabeza en señal de respeto—. El conflicto con la Aldea de las Mantis ha sido resuelto. Ellos han aceptado restablecer la paz con Hallownest.
El silencio se prolongó por unos momentos, mientras el Rey Pálido lo observaba con detenimiento, como si evaluara la veracidad de sus palabras a través de sus ojos imperturbables.
—Bien —respondió finalmente—. Era necesario restaurar el equilibrio.
Caelum asintió en silencio. Sabía que ese era el único comentario que recibiría de su padre sobre la misión. El Rey Pálido rara vez expresaba más allá de lo necesario, y cualquier alabanza o muestra de afecto siempre quedaba fuera de lugar entre ellos.
—Si eso es todo, puedes retirarte. —La voz del rey cortó el aire una vez más, sellando el encuentro.
Caelum inclinó la cabeza nuevamente y dio media vuelta, abandonando la sala sin demora. El deber con su padre estaba cumplido, pero su mente ya estaba en otro lugar. Había cumplido su promesa, había encontrado lo que necesitaba para proteger a Elyra. Ahora, lo único que deseaba era verla de nuevo.
Una vez fuera, se dirigió rápidamente hacia los jardines de la Reina. Al cruzar los umbrales de luz y sombra, su corazón latía más rápido. El jardín era un refugio de calma y belleza, donde las flores brillaban con una luz propia, pero lo que más anhelaba era la presencia de Elyra.
Cuando llegó, la vio allí, en medio de la luz dorada, su silueta etérea pareciendo casi flotar sobre el suelo. A primera vista, Elyra parecía más un espectro que una criatura de carne y hueso. La tenue luminosidad que irradiaba no era cegadora, sino cálida, como si el brillo mismo conociera su fuerza y la atenuara en presencia de los demás. Su armadura, casi viva, parecía forjada en un lugar más allá del tiempo, y los ojos celestes que la caracterizaban brillaban con una mezcla de alegría y alivio al verlo.
Sin poder evitarlo, Caelum sintió que el peso que llevaba sobre sus hombros se aligeraba al estar frente a ella. Sin embargo, su rostro permanecía cubierto por el casco, impidiendo que Elyra viera la sonrisa que se dibujaba en su interior.
—Caelum —dijo Elyra, su voz melodiosa llenando el aire con calidez—. Me alegra tanto verte de nuevo.
—Elyra —respondió él, intentando mantener la voz firme—. He regresado. La paz con la Aldea de las Mantis se ha restablecido.
Ella sonrió, su luz resplandecía aún más con esa noticia, pero Caelum sabía que no podía compartirle todo lo que había sucedido en su viaje. Había secretos que debía mantener a salvo, y aunque deseara explicarle cada detalle, el peso de su misión lo retenía.
—Eso es maravilloso —dijo Elyra—. Nox me ha hablado sobre lo que sucedió, pero estaba preocupada por ti.
Caelum se detuvo un momento, sintiendo el roce de su preocupación. Era un recordatorio del vínculo que habían forjado, un lazo que crecía más fuerte con cada encuentro. Ahora, tenía que ser valiente y abrir su corazón, pero aún le costaba encontrar las palabras adecuadas.
—Nox ha hecho bien en cuidarte —respondió Caelum, su tono serio—. Pero ahora, necesito hablar contigo sobre algo más.
El corazón de Caelum latía con fuerza, y aunque sabía que debía expresarle lo que sentía, las palabras se le escapaban. Finalmente, se armó de valor y, aunque no podía decirle "te amo", quería que supiera que sus sentimientos eran más profundos de lo que había imaginado.
—Elyra, durante mi tiempo fuera, he comprendido algo importante —dijo, la voz firme aunque un poco titubeante—. Lo que siento por ti es... más que un deber. No puedo expresarlo del todo, pero... —Se detuvo, luchando con la confusión que llenaba su mente—. Tu presencia me da fuerza, y me preocupa tu bienestar más de lo que puedo explicar.
Ella lo miró con curiosidad y sorpresa, y Caelum sintió que sus palabras estaban surgiendo de lo más profundo de su ser. Aunque no podía decirle todo lo que deseaba, su deseo de protegerla y su creciente afecto eran evidentes.
—Siempre estaré aquí para protegerte, Elyra —concluyó, con determinación en su voz—. Esa es mi promesa.
Elyra asintió, sus ojos brillando con comprensión y una chispa de emoción.
—Eso significa mucho para mí, Caelum —dijo ella, acercándose un poco—. Tu presencia es un faro de luz en este mundo oscuro.
Con esa simple frase, Caelum sintió que la conexión entre ellos se fortalecía aún más. Había dado un paso adelante, y aunque no había dicho todo lo que quería, sabía que era un comienzo. Ahora, solo necesitaba mantenerla a salvo y prepararse para lo que el futuro les deparaba.
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Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)
FanfictionEste fanfic toma inspiración del universo de Hollow Knight, pero no sigue el lore oficial del juego. Aquí, la Vasija Pura será llamada Caelum, y Elyra será el nombre de la lectora. Los eventos y detalles de los personajes han sido reimaginados para...