Capítulo 18: Sombras de Ansiedad

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Caelum cerró la puerta de su habitación con un suave clic, y el silencio lo envolvió por completo. Se apoyó contra la fría pared de piedra, intentando controlar la respiración, pero el ritmo de su corazón seguía acelerado. La imagen de Elyra dormida bajo la luz de la luna aún lo atormentaba. Sabía que no debía haber irrumpido en su habitación, pero algo más fuerte que su autocontrol habitual lo había impulsado a hacerlo. Y eso lo preocupaba.

No debí hacerlo... —murmuró para sí mismo, sintiendo un nudo en la garganta.

Se acercó lentamente al centro de la habitación, donde el gran espejo lo reflejaba. Su armadura brillaba con un resplandor apagado, y sus ojos vacíos observaban a la Vasija Pura, la leyenda, el protector de Hallownest. Pero hoy, más que nunca, esa armadura se sentía como una prisión.

Con manos temblorosas, comenzó a retirarla pieza por pieza. Primero los guanteletes, luego el peto, dejándolos caer al suelo con un estruendo sordo que resonó en la quietud de la habitación. Cada movimiento era más difícil que el anterior, como si al desprenderse de esa armadura estuviera quedando más vulnerable, más expuesto.

Cuando finalmente se liberó de todo el peso, dejó escapar un suspiro entrecortado y cayó de rodillas frente al espejo. Su torso desnudo brillaba bajo la escasa luz, pero él no se veía como un guerrero, como la Vasija Pura que todos admiraban y temían. No. Ahora solo se veía como un ser roto, alguien al borde de desmoronarse.

Estoy fallando... —susurró, mientras su respiración se aceleraba y el peso de las responsabilidades lo aplastaba desde dentro.

Caelum cerró los ojos con fuerza, intentando calmarse, pero cada vez que lo hacía, el recuerdo de Elyra lo asaltaba nuevamente. La forma en que la luz de la luna acariciaba su piel, el suave resplandor de su vestido de tela fina, la paz en su rostro. Todo eso era lo opuesto a lo que él sentía en su interior: caos, vacío, ansiedad.

Un fuerte latido en su pecho lo hizo arquearse ligeramente, y por un momento, pensó que no podría respirar. Apoyó ambas manos en el suelo, buscando estabilidad mientras el pánico comenzaba a envolverlo.

No puedo fallar... no puedo... —repitió entre jadeos.

Los pensamientos se arremolinaban en su mente, mezclándose con los ecos de las responsabilidades que le pesaban: proteger a Elyra, defender Hallownest, cumplir con el legado de la Vasija Pura. Pero, por primera vez, todo parecía demasiado. Demasiado para él.

El tiempo pasó en un borrón mientras Caelum intentaba calmarse. Pero el vacío seguía ahí, esa opresión en su pecho, esa desesperanza que no lograba sacudir. Finalmente, tras varios minutos de lucha interna, comenzó a recoger las piezas de su armadura. Una por una, volvió a ponérselas, como si cada pieza que se colocaba de nuevo le diera un poco de la fortaleza que sentía haber perdido.

No puedo mostrar debilidad, —pensó mientras ajustaba el peto y luego los guanteletes.

Cuando la última pieza estuvo en su lugar, volvió a verse como la Vasija Pura, pero la opresión en su interior no había desaparecido. Sabía que lo que había hecho esa noche había sido imprudente. La cercanía que había sentido hacia Elyra... no podía permitirse que eso interfiriera con su deber.

Respiró hondo, y una vez más, miró su reflejo. El guerrero legendario estaba de pie nuevamente, pero por dentro seguía siendo el mismo ser lleno de dudas y sombras.

Debo mantenerme firme, —se dijo en un susurro, mientras ajustaba su casco.

Esta vez, sin embargo, la decisión de mantenerse en pie y seguir adelante no le trajo consuelo. Había algo en su interior que no podía ignorar, algo que lo llamaba a reconsiderar la rigidez con la que siempre había vivido.

Pero no ahora. No esta noche.

Caelum se dirigió hacia la puerta de su habitación, dispuesto a continuar con su vigilia. Pero antes de salir, permitió que una última imagen de Elyra, durmiendo en paz, cruzara su mente.

Es mi deber... —repitió una vez más, aunque esta vez el eco de esas palabras sonaba un poco más vacío que de costumbre.

Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora