Capitulo 16: La Vasija Pura

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Caelum permaneció en su habitación, su mirada fija en el oscuro techo de piedra. Los ecos de lo ocurrido resonaban en su mente, mezclándose con la creciente presión que sentía en su pecho. Había intentado distraerse con sus responsabilidades, como siempre, pero esta vez era diferente. Algo había cambiado, algo lo estaba empujando al borde.

No puedo seguir así... —pensó, mientras sus manos temblaban levemente sobre sus rodillas.

Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en las piernas, y respiró profundamente. Pero, a pesar de sus esfuerzos, no podía apartar la sensación de asfixia, como si las paredes mismas de Hallownest estuvieran cerrándose sobre él.

La imagen de Elyra volvía constantemente a su mente. Su luz, su sonrisa, su pureza... y lo vulnerable que era. Él era el único que podía protegerla, el único que podía mantenerse firme ante cualquier amenaza. Pero la presión de esa responsabilidad lo aplastaba poco a poco.

Es mi deber... —intentó repetirse—. Solo mi deber.

Sin embargo, en ese momento, el peso de ser la Vasija Pura, el protector incansable de Hallownest, era abrumador. Sintió cómo su respiración se volvía errática, y por primera vez en mucho tiempo, permitió que el miedo lo invadiera. Su cuerpo estaba tensándose de más, su corazón golpeaba con una fuerza que no había experimentado antes.

No puedo fallar... —su mente gritaba, pero el caos en su interior lo desconcertaba.

Cerró los ojos con fuerza, tratando de controlar su respiración. Pero cada intento de calmarse lo hacía sentir más fuera de control. Había visto la muerte innumerables veces, había enfrentado a los más terribles enemigos, y sin embargo, ahora, solo en su habitación, se sentía vulnerable, expuesto a algo mucho más profundo.

No... no debo... —se levantó bruscamente, pero sus piernas tambalearon por un instante. La armadura que siempre había llevado con orgullo y firmeza ahora le pesaba como un yugo imposible de soportar.

Con manos temblorosas, comenzó a desabrochar las placas de su armadura. La quitó pieza por pieza, dejando caer cada una al suelo con un sonido metálico. Cada fragmento de metal que caía lo hacía sentirse un poco más desnudo, pero también más ligero. Finalmente, se quitó el casco y lo colocó con cuidado sobre la mesa, como si al hacerlo pudiera, por un momento, dejar atrás la carga que llevaba consigo.

Su pecho subía y bajaba con rapidez, y su corazón seguía latiendo con una fuerza incontrolable. Nunca se había permitido este tipo de vulnerabilidad. Para todos, él era la Vasija Pura: implacable, inflexible, inmortal. Pero, en ese momento, sintió que todo se derrumbaba dentro de él.

¿Por qué no puedo...?

Se dejó caer sobre la cama, su cuerpo cansado por la tensión acumulada. Respiró profundamente, cerrando los ojos. Pero incluso en la oscuridad detrás de sus párpados, las imágenes de Elyra seguían apareciendo, nublando su juicio. No solo era su deber protegerla... había algo más. Algo que no podía identificar, algo que lo estaba quebrando por dentro.

El silencio de la habitación era ensordecedor, y aunque las paredes de piedra permanecían quietas, Caelum sentía que estaban cada vez más cerca de aplastarlo. La soledad que siempre había sido su compañera ahora se convertía en su mayor enemigo.

No me distraeré... —se dijo nuevamente, aunque su voz interior sonaba más débil esta vez.

Caelum cerró los ojos, su cuerpo tensado y su mente luchando por encontrar algo de calma en el caos que lo consumía. Sabía que no podía permitirse flaquear, no ahora, no cuando Hallownest lo necesitaba más que nunca. Pero el peso de su existencia, el destino que cargaba, era demasiado para soportar solo.

Sin darse cuenta, un leve susurro escapó de sus labios.

—Elyra...

Fue en ese instante que comprendió algo. Tal vez no era solo el deber lo que lo mantenía a su lado, tal vez había algo más. Algo que lo aterraba incluso más que cualquier amenaza externa. Algo que había intentado negar, pero que ahora, en la soledad de su habitación, parecía imposible de ignorar.

Con un último esfuerzo, cerró los ojos nuevamente, intentando calmar su respiración. Pero la verdad ya había comenzado a surgir, y no sabía si tendría la fuerza para enfrentarla.

No... no debo distraerme... —se repitió, aunque esta vez su voz interior sonaba rota, frágil.

Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora