Capítulo 62: Nuevas Aventuras en Hallownest

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Elyra se sentó en una roca en el camino que conducía a los Páramos Fungidos, la brisa suave acariciaba su rostro. Habían pasado varios meses desde que Caelum partió hacia la aldea de las mantis, y aunque su ausencia la había dejado con un vacío en el corazón, había encontrado consuelo en la compañía de Nox. El pequeño caballerito, con su energía y su espíritu optimista, había sido un buen amigo y un fiel guardián.

—¿Estás lista para la aventura de hoy? —preguntó Nox, saltando de un lado a otro con una energía inagotable. Aunque era solo un niño, se comportaba con una determinación que hacía que Elyra se sintiera segura a su lado.

—Sí, estoy emocionada por conocer a los habitantes de los Páramos Fungidos —respondió Elyra con una sonrisa. Había oído historias sobre ellos, de cómo vivían en simbiosis con el mundo que los rodeaba, y no podía esperar para verlos con sus propios ojos. Sin embargo, no podía evitar sentir una punzada de nostalgia al pensar en Caelum.

—Espero que no sean tan extraños como dicen —murmuró Nox, cruzando los brazos con una expresión de duda—. No estoy seguro de que sea una buena idea.

—Vamos, Nox, seguro que son amables. Además, tenemos que aprender más sobre Hallownest —le animó ella, con un brillo de entusiasmo en los ojos. Su positividad era contagiosa, y aunque Nox intentaba mantenerse firme, su mente se llenaba de curiosidad.

—Está bien, está bien —dijo Nox, resignándose—. Solo sigo órdenes.

Elyra rió suavemente. —No tienes que hacer esto solo porque sea una orden. También es una aventura, y estoy segura de que nos divertiremos.

A medida que avanzaban por el camino, Elyra se sumergió en sus pensamientos. Aunque extrañaba profundamente a Caelum, sabía que él había partido por una razón. Se preguntaba qué sería de él, si estaba bien. Sin embargo, cada vez que esas preguntas la invadían, Nox estaba allí para distraerla.

—¿Qué te gustaría ver primero? —preguntó Elyra, sacándola de su ensueño.

—No sé... tal vez algo que no huela tan mal —dijo Nox, haciendo una mueca—. Dicen que los hongos tienen un olor peculiar.

Elyra no pudo evitar reírse. —Oh, Nox, eso es parte de la experiencia. ¡Y quién sabe! Puede que descubras que te gustan los hongos.

—No estoy seguro de que quiera probarlos —respondió él, pero su tono tenía una chispa de diversión.

Los dos continuaron su camino, disfrutando de la compañía mutua. A medida que se acercaban a los Páramos Fungidos, el aire se volvía más húmedo y fresco, y el sonido de los hongos creciendo y expandiéndose llenaba el entorno. Elyra sintió que su emoción aumentaba con cada paso.

Cuando finalmente llegaron, se encontraron en un vasto paisaje de hongos de varios tamaños y colores, que parecían bailar suavemente con la brisa. Elyra se sintió maravillada por la belleza del lugar.

—Mira esos —dijo, señalando unos hongos brillantes que emitían una luz suave—. ¿No son hermosos?

Nox asintió, aún un poco reticente. —Sí, son... interesantes.

—Vamos a acercarnos —propuso Elyra, dando un paso adelante. Nox la siguió, todavía con una expresión cautelosa.

A medida que exploraban, comenzaron a ver algunas de las criaturas que habitaban el lugar: pequeños hongos que se movían con gracia, otros que parecían cantar suaves melodías. Elyra estaba cautivada, riendo y disfrutando de cada nuevo descubrimiento. Sin embargo, en el fondo de su corazón, sentía la falta de Caelum, su protector y su confidente.

—Elyra —dijo Nox, interrumpiendo sus pensamientos—, no deberíamos alejarnos demasiado.

Ella se detuvo y miró a su alrededor, dándose cuenta de que habían caminado más lejos de lo que pensaba. —Tienes razón, Nox. Volvamos un poco.

Cuando regresaron un poco, Elyra se sintió agradecida por tener a Nox a su lado. Aunque no conocía los motivos de la partida de Caelum, sabía que él lo haría por el bien de todos, especialmente por ella. Tenía que confiar en que regresaría, y mientras tanto, disfrutaría de las aventuras que la vida le ofrecía.

—Gracias por estar aquí, Nox —dijo, sonriendo.

—No es nada —respondió él, un ligero rubor apareciendo en sus mejillas—. Solo estoy cumpliendo mi deber.

Elyra sabía que había más en sus palabras, una lealtad y un cariño que no se podían ocultar. Mientras continuaban explorando juntos, se sintió llena de esperanza y alegría, no solo por el lugar, sino por las conexiones que había hecho y que seguía haciendo en este mundo lleno de sorpresas.

Hollow Knight - La Última Guardiana (Novela No Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora