Capítulo 11

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First

Cuando me quedo a solas con Zee, le  miro un tanto molesto por la oferta que acaba de hacerle a Khaotung. En realidad, lo que me tiene mal es tener que enfrentar a mis padres y contarles que nos hemos divorciado, pero es más fácil echarle la culpa de mis mierdas a los demás. Y Zee está aquí. Me sirve.

- ¿A qué ha venido eso? - le ladro frunciendo el ceño.

- ¿A qué te refieres? - me devuelve la pregunta.

- ¡Oh, vamos! - me jacto malhumorado. - Si alguna vez necesitas algo, no dudes en decírmelo - imito, muy mal por cierto, su voz grave.

Zee en vez de molestarse por mi berrinche, se carcajea en mi cara mientras recoge sus cosas de manera ordenada y las mete en su maletín. Bufo por su reacción y me cruzo de brazos.

- No sé a qué viene ese humor de perros, la verdad - se ajusta las gafas en la nariz. - Has salido indemne de este divorcio y además no te ha costado nada, ya que mis honorarios están incluidos en mi sueldo, ¿no es así? - me recuerda, de manera muy poco sutil, que no va a cobrarme nada por haber llevado mi divorcio.

Sus palabras me cabrean aún más y me levanto de la silla hecho un basilisco.

- Tampoco es que hayas tenido que hacer mucho, ¿no? - le reprocho entre dientes.

- No, eso es cierto. Agradézcaselo a su exmarido - él, aunque hiriente, no pierde los papeles. - Si no necesita nada más Señor Kanaphan, me retiro. Tengo mucho trabajo que hacer.

Se dirige a la puerta con el ceño fruncido. Lo conozco bien y sé que ahora también él está enfadado.

- Zee, por favor - le suplico, cambiando mi actitud por completo.

- Que tenga un buen día Señor Kanaphan y permítame que le felicite por su divorcio - me habla sin detenerse.

- Yo no quería divorciarme. Ahórrate las felicitaciones - vuelvo a mi actitud de mierda.

- Puede que no, pero con tu aventura extramatrimonial has faltado a tu promesa de fidelidad, rompiendo ese juramento. Así que asume la responsabilidad de tus actos. Si me disculpas First - da la conversación por terminada pero parece que ha olvidado algo por lo que se detiene un momento y me habla sobre su hombro derecho. - Ah, y no te olvides de cumplir la única petición que te ha hecho tu exmarido - se larga con la última palabra en la boca.

Estoy hasta los cojones de que todos tengan algo que decir sobre este tema. Me monto en mi coche y conduzco como un cretino, ganándome varios bocinazos por parte de otros conductores.

Me voy a mi casa, incapaz de volver a la oficina. Voy a salir a correr de nuevo. En el armario sigue toda la ropa de Khaotung. Me prometo deshacerme de ella más tarde. Entonces recuerdo su atuendo de hoy. Sin duda, mucho más informal de lo que alguien se pondría para ir a un juzgado, pero teniendo en cuenta que toda su ropa de vestir sigue aquí, puedo llegar a entenderlo. Medio sonrío al darme cuenta de que prácticamente parecía un chaval con ese vaquero y esas zapatillas destrozadas. ¿Quizás debería hablar con él y pedirle que se lleve toda su ropa? Al fin y al cabo es suya. Pero entonces recuerdo sus palabras y dudo que quiera recuperarla. Cierro el armario asqueado.

Me pongo los cascos con AC/DC a todo trapo y arranco. No dejo de correr hasta que estoy exhausto. Durante todo el tiempo, sólo pienso en cómo voy a darles la noticia a mis padres. Cada vez que lo pienso, siento más y más miedo. Es como un nubarrón gris que amenaza tormenta y no hay forma de que se disipe. Cuando ya no puedo más, me tiro en un banco del parque, a recuperar el aliento. Siento una fuerte presión en el pecho y no es por la carrera.

Escala de Grises 🔞 FirstKhaotugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora