Escala de Grises 🔞 FirstKhaotug

Capítulo 43

Khaotung

El cuerpo me duele y lo tengo ligeramente agarrotado. Intento estirarme pero no puedo. Siento un peso sobre mis brazos y mis piernas que me impide moverme con libertad. Entonces siento un cálido aliento en mi cuello.

First.

Parpadeo y me deslumbran las primeras luces del alba. Palpo el brazo que me aprisiona. Puedo percibir su cuerpo templado que me abraza. Lamo mis labios y recuerdo todos los besos que nos dimos ayer. Me revuelvo y al hacerlo, First me abraza con más fuerza.

- No voy a dejar que te escapes esta vez, pequeño Houdini - su risa, ronca, reverbera en su pecho.

First me besa en la oreja y se me pone la piel de gallina desde el cuello al tobillo.

- No iba a escaparme - restriego mi culo por su polla desnuda y dormida.

- ¡Oh! Con que esas tenemos, ¿eh? - me hace cosquillas y yo me retuerzo como una anguila.

- ¡First! ¡Para! ¡PARA! - le grito mientras peleamos en broma.

Él está tendido sobre mi cuerpo. Su cara, a escasos centímetros de la mía. Nuestros labios, prácticamente se están rozando. Por pura necesidad, levanto la cabeza y le beso. Cuelo mi lengua entre sus húmedos labios y saboreo su boca.

First me besa despacio pero de manera intensa. Todo mi cuerpo se pone en tensión por la anticipación. No puedo controlar mis impulsos y me abrazo a su cuello como un koala. First ríe sobre mi boca, insuflando aire e inflándome los carrillos. Ambos sonreímos y mi corazón late desbocado.

- Me encantas - me susurra mirándome a los ojos.

Jadeo cuando siento su polla despertar contra mi muslo. First, mueve su cadera, por si no me había dado cuenta. Me envalentona ser el causante de su ardor. Yo también me enciendo, y no voy a mentir, le deseo.

- Hazme el amor - acaricio su pelo suavemente.

Seguramente me haya equivocado con la elección de palabras, pero ahora mismo estoy tan enamorado que no es sólo sexo para mí.

First me besa y sus labios son un suave aleteo. Me acaricia el pecho y desciende hasta mi erección. Suavemente me masturba.

- No deseo nada más que amarte, Tung - separa mis piernas y se coloca entre ellas.

Yo, ansioso porque me penetre, le agarro por la espalda y le acerco a mí. First intenta buscar el lubricante, pero yo le necesito con desesperación.

- No importa. Sigo dilatado de añoche - le urjo.

First, de rodillas entre mis piernas, sonríe de lado y niega. Está condenadamente guapo. Me pone una mano en el pecho y se agacha para morderme el cuello de manera juguetona.

- No queremos que bajes ahí abajo como el cervatillo de Bambi - su risa en mi piel, me hace cosquillas.

Estoy a punto de protestar cuando lame uno de mis pezones y me olvido del motivo de mi queja. Sus besos bajan y bajan por todo mi torso hasta que siento su aliento en mi dolorosa erección. En cuanto su lengua me chupa, me olvido hasta de mi nombre. Sus manos detrás de mis muslos, me levantan el trasero, exponiéndome por completo. Con una sonrisa que rivalizaría con el mismísimo demonio, pasa la lengua por la raja de mi culo hasta meterse en mi agujero.

- ¡Por Dios, First! - mi voz sale aguda.

Pero ni Dios ni First se apiadan de mí. Penetra sin tregua mi aro muscular, lubricándolo con su baba y yo sólo puedo jadear de forma lasciva. Pierdo la noción del tiempo y le dejo hacer, muerto de placer al tener un amante tan dedicado. De pronto mete un par de dedos y palpa mi interior. Hace un ruido como de aprobación y se incorpora. Con sus iris clavados en los míos, escupe sobre su polla y yo dejo escapar un jadeo corto. Es el mismísimo ángel caído. Le observo atentamente, como masajea su erección mientras la lubrica y sin decir nada, se alinea y me penetra. En cuanto entra en mí, los dos gemimos al unísono. Me folla largo y despacio, dejándome sentir toda su longitud. Se apoya en sus manos, ambas a cada lado de mi cara y yo le agarro de la cara, ansioso por besarle.