First
Los días pasan y puedo asegurar categóricamente que nunca me había sentido así de feliz. El único culpable es Khaotung Thanawat. Mi duende. Pequeño y risueño, precioso y sexy, dulce y tierno, sagaz y divertido. Y mío, absolutamente mío.
Durante las mañana, a veces trabajo desde el hotel y otras le acompaño al museo. Me quedo embobado viendo como trata de tú a tú a galeristas y a otro artistas. Lo que más me gusta es su maravillosa forma de atender a cualquier visitante que pregunta cosas sobre sus obras. Cuando está trabajando, Tung se transforma y se crece. Da gusto verle. Se maneja de forma audaz y decidida.
Por las tardes, disfrutamos de la compañía mutua mientras paseamos nuestro amor por la ciudad. A veces también quedamos con Gemini y Fourth y disfrutamos de los divertimentos que ofrece la cosmopolita Seúl.
También hemos encargado los trajes a juego que llevaremos a la boda de nuestros mejores amigos. Aún me río por todos los modelos que me hizo probarme hasta que encontró los perfectos. Sólo por ver sus ojitos llenos de ilusión, mereció la pena.
El último día de exposición, el museo organiza una fiesta de clausura dada la gran repercusión que han tenido las tres muestras. Khaotung y Gemini charlan con un grupo de chicos que están intentando ligar con ellos descaradamente. No me extraña, ya que mi pequeño está impresionante con un traje de lino beige, camisa blanca y corbata granate. Parece un profesor sexy ya que incluso se ha puesto unas gafas de ver, que no necesita, por pura coquetería. Me encantaría llegar hasta él y darle un beso en los labios para que todos esos muertos de hambre supieran que es mío, pero esto es muy importante para él y tengo que ser respetuoso. Me aparto del gentío y me escondo junto a mi cuadro para no hacer ninguna tontería. Miro la obra y sonrío como un idiota porque es mía.
Por fin.
El amor de Khaotung hacia mí es inmenso y para nuestra, este regalo. No veo el momento de que llegue a casa y colgarlo en mi dormitorio.
- Hola - me saluda de pronto un desconocido.
- Hola - le devuelvo el saludo por cortesía.
Soberbia es la primera palabra que me viene a la mente nada más verle. La verdad es que es muy guapo. Es de mi altura y seguramente también tendrá mi misma edad. Lleva un traje negro que le queda como un guante, con el pecho al descubierto y un corte de pelo de 200 dólares. El reloj que luce en su muñeca, unos 8000 dólares. Si además le sumamos las joyas y los brillantes zapatos que viste, fácilmente lleva 20.000 dólares encima.
Todo un gentleman.
- Bright Vachirawit - me tiende la mano.
- First Kanaphan - cuando se la estrecho me acaricia con sus dedos y la retiro a toda prisa.
- Muy bonito - señala con la cabeza mi cuadro. - El artista ha sabido captar la belleza de su amante - habla tailandés pero se nota que alguno de sus padres es extranjero. Tiene unos marcados rasgos occidentales, resultando muy atractivos en él.
- La verdad es que es una obra maestra - hablo del cuadro de Tung con orgullo.
- Me gusta lo que me hace sentir cuando lo veo. Es como si pudiera notar que acaban de tener sexo - deliberadamente se roza conmigo y me aparto. - ¿Puede ser que...? - se acerca demasiado y observa mi cara con detenimiento. - Existe cierto parecido... - sonríe con encanto.
El fuerte olor de su perfume, demasiado dulzón y avainillado, invade mi espacio personal, y me obliga a dar otro paso a atrás, molesto. Me limito a asentir.
- Vaya, así que eres la musa del artista. ¡Qué sexy! - pasea un dedo por mi hombro.
Eres todo un jugador.
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Escala de Grises 🔞 FirstKhaotug
FanfictionTodo ha terminado. Tomamos caminos opuestos. Pero el corazón es un cabrón al que le cuesta mucho olvidar. Sobrevivir cada día va a ser un calvario. Este relato contiene escenas subidas de tono y sexo duro 🔞🔞🔞. Si no es lo tuyo, será mejor que bu...