First
¡Mierda!
Mierda. Mierda y más mierda. Me he olvidado por completo de nuestro aniversario. Como muy bien ha dicho Khaotung, no hay nada que celebrar pero quizás hoy si que debería cenar con él en casa, al menos.
Tengo sus tristes ojos de gato grabados en la retina y me siento como un miserable. Me vuelvo a mi despacho cabizbajo, barajando la posibilidad de anular mi cita con Mix, aunque no es lo que quiero hacer, en realidad. Mix es la luz de mi vida. Es sexy y divertido. Me ayuda a superar mi estrés ya que trabaja codo con codo conmigo, por lo que me comprende a la perfección. Además, entiende mi situación con Khao y no hace dramas exigiendo que me divorcie. Es tan maduro, tan culto, tan especial. Cuando estoy con él me olvido de todas mis mierdas y me sumerjo en un océano de placer y armonía que sana mi espíritu. No se parece en nada a mi marido y por eso me gusta tanto. No es que no aprecie todo lo que Khaotung ha hecho por mi y por mi familia. De verdad que soy consciente. El problema es que nunca estuve enamorado de él.
Me dejo caer en la silla de mi despacho y en seguida me pongo a trabajar esperando poder así olvidar la tristeza en los ojos de gato de Khaotung.
A la media hora, alguien toca la puerta de mi despacho. Cinco golpes. Es Mix.
- Adelante - contesto de manera profesional.
- First, perdona que te moleste. ¿Tienes un minuto para repasar las cuentas de Real Food? - entra con unos papeles en la mano.
Esa empresa es uno de nuestros mejores clientes. La mimamos como a la gallina de los huevos de oro, así que no hay mucho que repasar. Es una excusa.
- Claro. Pasa - le hago un gesto para que mi secretario no sospeche nada.
En cuanto cierra la puerta, camina hacia mi con pasos calculados, meneando de manera exagerada esas caderas suyas que me vuelven loco. Se baja por la nariz esas gatitas tan sexis que suele llevar en la oficina y me lanza un beso. Es un descarado.
- Así que ese era tu marido - me dice en cuanto llega a mi lado.
Me separo de la mesa, haciendo rodar las ruedas de mi silla y le obligo a sentarse en mi regazo.
- A ha - susurro contra la piel de su cuello antes de depositar un beso.
- ¿Qué hacía hoy aquí? - su pregunta parece casual, pero no lo es. En el fondo, odia que esté casado.
- Mi padre le ha pedido un nuevo logo para la empresa - contesto de forma escueta ya que tengo mucho más interés en acariciar su cintura.
- Ah, claro. Me dijiste que era artista, ¿no? - cuela los dedos en mi pelo.
- Algo así.
- Entonces, ¿no ha venido para verte a ti?
- Claro que no. Ya te he dicho que nuestro matrimonio es sólo una farsa para contentar a mis padres - le vuelvo a recordar.
- Es mucho más mono de lo que me dijiste - tira de mi pelo y me insta a salir de su cuello para mirarle.
Esta faceta celosa de Mix es nueva. Nunca había actuado así y tengo que reconocer que me gusta.
- Si tú lo dices - le quito importancia.
- Pues lo es - me pega un pequeño tirón en el pelo, lo que me enciende.
Yo también agarro su pelo y tiro con fuerza, obligándole a echar la cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello que lamo a mi antojo.
- No podemos hacer esto aquí, Mix - y me recuerdo que debería cancelar nuestra cita.
- Entonces tendré que esperar a esta noche para que me folles como un salvaje - me suelta antes de darme un beso en la boca. Su lengua se cuela entre mis labios pero es muy breve. - Hasta luego, jefe - se despide antes de marcharse meneando las caderas otra vez, para volverme loco.
Automáticamente descartó la opción de cancelar nuestra cita. Me ha dejado cachondo perdido. En cuanto sale, tengo que recolocarme la polla dentro de los pantalones y milagrosamente consigo trabajar el resto del día.
Hacia las siete de la tarde, apago el ordenador y voy a despedirme de mi padre. Me lo encuentro en la puerta de su despacho. Está hablando por el móvil mientras mira con orgullo el boceto de Khaotung.
- Sí querida. Es asombroso... ¿Ya te ha llegado la foto?.. aha... si lo hubieras visto, no ha tardado más de tres minutos en hacerlo... - habla con mi madre. - Estoy saliendo ahora así que llego en seguida. Te quiero preciosa - le veo colgar la llamada y sonreír al volver a mirar el diseño.
Entonces levanta la vista y me ve. Se acerca y me da un abrazo rápido.- ¿Ya te marchas? - me palmea el estómago. - Disfruta con Khao y espero que le hayas comprado algo bonito - me apunta con el dedo índice, de manera acusatoria. - Últimamente has descuidado a tu pequeño.
- Tengo mucho trabajo, papá - intento justificarme.
- Todos lo tenemos, hijo. Khao ha estado muy pendiente de tu madre estas últimas semanas - me recuerda.
- Lo sé - estoy harto de que me lo recuerde.
- Felicidades de nuevo por vuestro aniversario, hijo mío. No podías haber encontrado a nadie mejor que Khaotung. Venga, corre junto a él y pasadlo muy bien - me desea antes de marcharse.
Me quedo inmóvil, viendo a mi padre partir. Odio mentir a mis padres, pero no podrían soportar la verdad. Me vuelvo para ir a buscar a Mix pero me lo topo de frente, apoyado en una pared. Su cara tiene una sonrisa cínica.
- Así que es tu aniversario. Felicidades - arrastra las palabras.
- No hagas eso - le pido algo molesto.
- ¿No deberías cenar esta noche con tu esposo? - insiste.
- Te he dicho mil veces que no hay nada entre Khaotung y yo, así que deja de tocarme los huevos - estoy siendo demasiado duro pero mi paciencia está agotada hoy.
Mix me mira satisfecho y avanza hacia mi dando pequeños saltitos.
- No te enfades, amor. Sabes que no tengo celos de tu marido. Si no, no estaría contigo - acaricia mi mentón. - Y hoy ha quedado bastante claro, por cómo os habéis hablado, que no os queréis demasiado - se carcajea.
Le agarro por la cintura con posesividad y le beso con hambre. Quiero que quede claro a quién quiero en mi vida.
Tengo tanta prisa por fundirme con Mix que creo que deberíamos cancelar la cena e ir directamente al hotel pero los ruidos de mis tripas me recuerdan que apenas he comido hoy.
Mix se mofa mientras tira de mi mano para que nos marchemos a cenar de una vez. Como cada vez que salimos, nos lo pasamos genial. Mix es fresco y desinhibido lo que hace que la mayoría de nuestras conversaciones giren en torno al sexo. Para cuando llegan los postres, ambos estamos muy excitados y no vemos el momento de llegar al hotel y desnudarnos.
Durante el trayecto al hotel, Mix me hace una felación en el coche. Su boca se siente como el mismísimo paraíso y me corro en su garganta, apretando con fuerza el volante.
Ya en el hotel, hacemos en Checkin y nada más cerrarse la puerta del ascensor, desabrocho el pantalón de mi amante y meto la mano en su bragueta. Está jodidamente duro. Sisea mientras le masturbo.
- Quiero follarte - le digo sobre los labios. - Te necesito tanto.
El ascensor se para y Mix se apoya contra la pared. Parece sobreexcitado así que lo cargo sobre mi hombro como si fuese un saco y voy hacia la habitación con él pataleando y muerto de risa.
Estar con Mix es así de fácil. Sin dramas ni complicaciones. Todo son buenos momentos. Nada que ver con el muermazo de mi marido y sus tristes ojos de gato. Me olvido de Khaotung en cuanto entro en la habitación. Es preciosa. Muy moderna, decorada en cálidos tonos grises y beiges. Arrojo a Mix sobre la cama y me abalanzo sobre él no aguantando ni un minuto más la necesidad de hacerlo mío.
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Escala de Grises 🔞 FirstKhaotug
FanfictionTodo ha terminado. Tomamos caminos opuestos. Pero el corazón es un cabrón al que le cuesta mucho olvidar. Sobrevivir cada día va a ser un calvario. Este relato contiene escenas subidas de tono y sexo duro 🔞🔞🔞. Si no es lo tuyo, será mejor que bu...