Capítulo 42

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First

Mi pequeño y yo nos besamos mientras subimos las escaleras de la casa. Tropezamos y reímos cuando nuestros cuerpos se tocan, en busca de más contacto.

Una vez en la habitación, cierro con pestillo. Khaotung se queda de pie junto al gran ventanal. Voy hacia él y me posiciono a su espalda. Aspiro su perfume directamente desde su cuello.

- Me encanta como hueles - beso su cuello despacio.

Khaotung gira la cabeza sobre su hombro y me besa. Acaricio su plano abdomen. Mis manos suben hacia sus hombros y le quito la americana. Palpo sus brazos desnudos mientras dejo un reguero de besos en uno de sus hombros.

Todavía no me puedo creer que esté aquí, así de dispuesto, entre mis brazos. Le abrazo con fuerza y su risa, por mi reacción, me suena a música celestial.

- ¡First! - sigue riendo mientras le achucho.

- Es que estoy muy contento - reconozco escondido tras su nuca.

Khaotung se gira entre mis brazos y me mira. Se lame los labios de manera inconsciente mientras estudia mi semblante. Me acaricia el pecho sobre la camisa. La saca de mi pantalón y la desabrocha. Me besa una clavícula en tanto que deja la prenda caer por mis brazos. Siento su lengua en mi nuez y tiemblo de pies a cabeza.

- Yo también deseo esto - sus palabras chocan contra la piel de mi cuello.

Le quito la camiseta de tirantes y voy derecho a la cinturilla de su vaquero. A la vez, copia mis movimientos y se deshace de mi pantalón. Nos quedamos frente a frente. El bulto en sus calzoncillos es más que notorio. Le acaricio sobre la tela de algodón y tiene que agarrarse a mis antebrazos para no perder el equilibrio. Deja caer la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados y aprovecho para besar sus perfecta mandíbula.

- Eres precioso - sigo besando su piel con adoración.

En cuanto siento su mano dentro de mi ropa interior pego un brinco. Aún con los ojos cerrados, Tung sonríe con malicia por mi reacción. Disfruto de mi pequeña venganza cuando yo también meto la mano en su calzón y jadea cuando mis dedos rodean su erección. Durante nuestra masturbación mutua, no dejamos de besarnos. Nunca sus labios me habían sabido tan bien como hasta hoy.

Tung me empuja levemente y me lleva hasta la cama. Me siento y él me quita el calzoncillo para seguidamente deshacerse del suyo. Me recuesto en medio de la cama y me apoyo sobre los antebrazos disfrutando de las maravillosas vistas que me regala su pequeño cuerpo. Sube a la cama y camina hacia mí a cuatro patas. Sus ojos me devoran con hambre y deseo y me siento tan bien.

Llaga a mi lado y se sienta a horcajadas sobre mi pelvis. Nuestros penes se rozan y la descarga eléctrica se siente en todo el cuerpo, como un torrente de aguas vivas que arrasan mi sistema nervioso. Con una mano agarra mi nuca y con la otra rodea nuestras pollas y nos masturba. Entre abre los labios y jadea profundamente. Me pierdo en su belleza. Dos mechones de su lustroso pelo bailan en su frente al ritmo del movimiento de su cuerpo. Es tan hermoso que parece irreal. Su piel resplandece a la luz de la luna, que ilumina la habitación a través del gran ventanal. Se agacha y me besa. Sus labios, gorditos se amoldan a mi boca a la perfección.

- Tung, me chifla besarte - necesito que lo sepa.

Mi pequeño se separa lo suficiente para mirarnos a la cara. Su semblante, aunque sonríe, me resulta melancólico. Le agarro de la cintura y en un movimiento rápido, lo tumbo en la cama y yo quedo sobre él.

- Olvídate de todo lo que te dije - le exijo y acaricio su nariz con la mía - Al menos por esta noche - intento ganar esta pequeña batalla.

- Hazme olvidar - susurra y me agarra del pelo, obligándome a besarle los labios de nuevo. Su hambre rivaliza con la mía. Puedo sentir su desesperación. Me araña la espalda y me escuece. Parece que va a romperse.

Escala de Grises 🔞 FirstKhaotugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora