Hace unas dos semanas nos habíamos ido de Los Ángeles para llegar hasta Santa Mónica. Allí era algo como Los Ángeles, pero tenía partes donde no había muchísima gente y era algo mucho más tranquilo y poco salvaje.
Está casa me brindaba paz, era algo en medio de la naturaleza, una pequeña y hermosa casa de madera con árboles, flores. También había un árbol con un columpio, que lo usaba a seguido apenas me despertaba para ver el amanecer. Aunque lo que más me gustaba el pequeño lago que había, allí habían patos o gansos hermosos.
Está paz reconforta tanto a mi alma.-¡Hey, mira lo que encontré!-dijo el pelinegro felizmente con un conejo blanco.
-¡Es hermoso!
-¿Cómo le ponemos? Va a ser nuestra pequeña mascota.
-Me gusta el nombre Bonnie.-dije.
-Hecho, me encanta.-sonrio.-¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?
-Si, muchísimo mejor, todo gracias a ti, Izzy. Yo no sé que haría sin ti.-dije y le di un abrazo.
-Podrias hacer muchas cosas, porque eres una de las personas más fuertes que he conocido y por más de que las cosas te duelan sigues adelante.
-Vamos a preparar el desayuno antes de que me hagas llorar, tonto. Tu te mueres y yo muero contigo.-Dije y agarre al conejo haciendo una cara de "obvio" haciendo que riera. -¿Que quieres desayunar?
-Lo que quieras.-hizo ojitos mientras se apoyaba en la mesa y sonreia.
-Bien.-Sonrei.
Este se sentó con el conejo en brazos y le dió de comer.
Por mi parte hice huevos con tocino. Algo rápido. Y para pasar todo un jugo de naranja recién exprimido.-¿Que te parece si vamos al lago hoy? Está haciendo calor, y no hay piscinas cercas, pero tienen la misma función.
-¿No hay animales como los cocodrilos, no? Me dan pánico.-Solto una carcajada.
-No, no los hay. Los hay en florida, en todos los lagos de florida. Aquí no, tranquila.
-Entonces si, voy, ¿A qué hora?
-Cuando terminemos de limpiar un poco, además no te puedes meter al agua apenas comes.
-¡Solo un mito!
-¡No es un mito!¡Me vomite en la piscina de la escuela por terminar de comer y nadar como si nada!-dijo y rei.
-Que tonto eres, Jeff.
-¿Cómo que Jeff?
-Se me escapó. -sonrei.-No entiendo como cambiaste tus nombres, eran muy lindos antes, sobre todo combinaban.
-¿Jeffrey Dean?-hizo cara de asco. -Eran horribles.
-A mi me gustan. -rode los ojos.-Mas el segundo, Dean, me parece bastante lindo. Cuando tengas un hijo te voy a obligar a que le pongas así, y yo ser la madrina. Voy a ser la madrina millonaria.-dije con superioridad y lleve mi cabello hacia atrás.
-No creo tenerlos.
-¿Por qué no?
-No estoy casado, no tengo tiempo para cuidar de los dos, no puedo ni con mis problemas para también solucionar los de mi "esposa e hijo"-dijo haciendo comillas.-No quisiera ser un mal padre tampoco, me da miedo. Me da miedo tratarlos mal y no darles lo que necesitan, así que por ahora no hay novias ni mucho menos hijos, sobre todo todos se fijan en Axl o Duff.
-Nada que ver, Izzy.-Negue.-Podria jurarte que hay miles de chicas obsesionadas y enamoradas de ti allí fuera.
-Claro que no.
-Claro que si.
-¿Ah si?¿Quien?
-Muchas, Izzy, muchas. Ya llegará, date tiempo.
-Si claro.-Rodo los ojos riendo.
Luego de esa extraña pero entretenida conversación limpiamos la mayoría de la casa, habíamos durado allí una hora y media. Luego me cambié. Era un conjunto color naranja de un short corto a la cadera y una blusa sin mangas del mismo color. Abajo tenía mi bikini color rojo oscuro.
-¿Listo?-dijo el pelinegro con su sombrilla, silla en manos y sus tres kilos de bloqueador solar en la cara. Me eche a reír.
-Como que te pasaste de bloqueador.-Dije.
-Ni siquiera se cómo se usa, jamás me puse bloqueador, pero está vez me puse porque no quiero quedarme quemado y rojo, como esa vez que fui a Brasil, no me podía ni acostar en mi cama del ardor, fue horrible.-rei.
Me acerque a el y exparci todo el bloqueador. Cómo no era tan alta me puse de puntitas haciendo que casi me caiga arriba de el por mi gran desequilibrio. Me puse nerviosa al sentir sus manos en mi cintura.
-Ya está.-sonrei.
-Gracias. Ahora si, vamos.-dijo felizmente.
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𖦹𝐴 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 (Slash)
Любовные романы☆ 𝑈𝑛 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑚𝑏𝑜𝑐𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑𝑒𝑟𝑎 𝑜𝑏𝑠𝑒𝑠𝑖𝑜𝑛. 𝐿𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎 𝑎 𝑒𝑠𝑎 𝑠𝑒𝑛𝑠𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑠𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑜, 𝑑𝑒 𝑡𝑟𝑖𝑠𝑡𝑒𝑧𝑎, 𝑚𝑒𝑙𝑎𝑛�...