♫I Still Haven't Found What I'm Looking For – Scarlett Johansson♫
Estaba dando un recorrido tranquilo por la pista en bicicleta, habían unas cuantas personas en las tribunas todavía era muy temprano, hoy era el día de la carrera, tenía la tercera posición para salir, en realidad era un milagro, había cometido tantos errores en la pista, Emily permanecía en mi mente en todo momento, sabía que estaba bien pero se sentía mal haberme alejado, cuando hablábamos por llamada era el momento más reconfortante del día, la última vez había sido ayer, hoy intenté contactarme con ella pero tenía su celular apagado, Anny también lo tenía apagado, traté de convencerme de que todo estaba bien, quizás se les había descargado, o habían ido a cine y los apagaron. Quería pensar un millón de cosas banales e insignificantes antes de desesperarme imaginando tragedias, por eso decidí hacer un paseo en bici.
El viento fresco golpeaba mi cara, inhalé profundo llenando mis pulmones hasta ya no poder más, me sentía ahogado, cansado, triste, no quería estar aquí, no quería hacerlo, quería descansar con Emily, estar para ella cuando me necesitara, incluso cuando no me necesitara.
Estaba agotado, mental y emocionalmente, habían sido días duros para mí, aunque el equipo me apoyaba en todo, incluso alentándome a mejorar mis errores aun no me sentía a gusto, algo me faltaba, alguien para ser preciso.
Pedaleé con más fuerza, casi llegaba al box de nuevo, el sol brillaba con fuerza entre las nubes, cuando di la última curva para llegar a la calle de boxes la vi.
Frené en seco, mi Emilia estaba en la mitad de la calle de boxes, se veía radiante cómo un ángel bajado del cielo, tenía un lindo vestido blanco corto y suelto con un corsé rojo y negro con el numero 55 y mi firma, sus tenis blancos con brillos y chilis rojos, llevaba mi edición de gorra del equipo, Anny estaba tras de ella junto con unos chicos de seguridad del equipo, contenían a los fotógrafos para que no se acercaran a Emily.
De repente ya no me sentía ahogado, mi malestar desapareció por completo, bajé de la bicicleta cargado de energía y comencé a correr hacia ella, cuando me acerqué más reduje la velocidad para no lastimarla, contuve un poco mi emoción y logré darle un abrazo delicadamente.
— Estás aquí — exclamé con mi rostro metido en su cabello — ¿Qué haces aquí? Pensé que aún no podías volar.
Ella rio y se separó un poco de mi abrazo para verme a la cara.
— Sí puedo, el doctor me revisó y me dio su visto bueno, aun no puedo esforzarme mucho, pero estoy bien — hizo una pausa y me vio a los ojos — quería estar contigo, yo... te necesito.
Sonreí y tomé su rostro entre mis manos.
— Yo también te necesito.
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DESENFRENADOS
RomanceCarlos Después de estar en Ferrari me enfrentaba a un nuevo panorama y un nuevo equipo, iba mentalizado y comprometido con esta aventura, estaba preparado para asumir los cambios en mi futuro, pero no estaba en absoluto preparado para el riesgo inm...