Un día antes...
— ¡Emily, ven linda!
—Ya voy mamá.
Dejé de mirar al perezoso que estaba colgado en el tronco de un árbol. Corrí por el camino selvático hacia mis padres. El viaje a Colombia específicamente al Amazonas era lo más mágico que había vivido.
Tropecé con una tabla desnivelada del camino cayendo de rodillas, me senté en el suelo sacudiendo la suciedad de mis manos mientras papá y mamá corrían hacia mí.
— Ouch, eso debió doler — dijo papá examinando mi rodilla — por fortuna sobrevivirás.
Reímos juntos, papá siempre era tan relajado encontrando el lado bueno de las cosas.
— Oye — mamá le dio un golpecito a papá en el hombro con su mano — ¿Te duele mucho linda? — Preguntó.
— Solo un poco mamá.
Mamá sacó una botella de agua de su bolso y comenzó a lavar mi herida, en eso apareció una mariposa posándose sobre mi pierna, di un pequeño grito ahogado por la impresión.
— No te asustes, mira lo hermosa que es — dijo papá.
Tenía razón, era una mariposa hermosa, el extremo de sus alas tenían una composición de figuras en color negro que parecían pintadas con pincel, el resto era de un azul eléctrico profundo.
— ¿Sabías que las mariposas significan buena suerte? Significa que todo estará bien — dio un vistazo a mi herida ya limpia.
Aparecieron más mariposas volando alrededor de nosotros, algunas se posaron sobre los hombros de mamá y papá, otras venían a mis piernas y brazos.
— Creo que con tantas mariposas significa que nos irá magnifico — afirmó papá dándole un rápido beso a mamá — y tú mi pequeña princesita — dijo acariciando mi mejilla — tendrás la suerte de que te lleve en mi espalda el resto del camino.
— ¿De verdad creíste que sería tan fácil?
Giré hacia aquella horrible voz que se escuchó a mi espalda, la selva había dejado de ser hermosa, ahora las plantas se veían marchitas, el ambiente era lúgubre y tormentoso. Giré de nuevo hacia el frente pero seguía igual, mis padres ya no estaban, las mariposas yacían muertas y desvanecidas en el suelo, el miedo comenzó a recorrer mi cuerpo.
— Corre, quizás alcances a llegar Falcone.
La horrible voz de Dominic me hizo correr, la selva comenzó a desvanecer y ahora corría por la pista, deseando ser más rápida. Empujaba a las personas que parecían interponerse a propósito en mi camino, al final de un mar de gente pude ver a Carlos riendo.
Mi cuerpo comenzó a entumecerse, pero me obligué a seguir, cuando estuve más cerca todo se ralentizó, corría muy despacio, pero algo no me dejaba hacerlo rápido. Vi a Dominic apuntar a Carlos.
— ¡No!
El estruendo del disparo me cortó el aire, Carlos herido me rompió el corazón, por fin pude llegar a él, la sangre salía a borbotones de su estómago.
— No, no por favor — sollocé intentando hacer presión en su herida, pero no funcionaba.
— Te amo Emilia — su voz fue casi un susurro.
— ¡No!
— ¡Emily! — la voz de Anny se escuchaba lejos.
— ¡No, no, no!
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DESENFRENADOS
RomantizmCarlos Después de estar en Ferrari me enfrentaba a un nuevo panorama y un nuevo equipo, iba mentalizado y comprometido con esta aventura, estaba preparado para asumir los cambios en mi futuro, pero no estaba en absoluto preparado para el riesgo inm...