Cap 14

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Richard Rios

El fin de semana había llegado, y con él, una mezcla de emoción y ansiedad. La fiesta del viernes había sido un gran éxito. Tatiana y yo habíamos compartido momentos increíbles, pero al mismo tiempo, algo no estaba del todo bien. Las palabras de nuestros amigos, las miradas de desaprobación y los susurros que circulaban en los pasillos del colegio comenzaron a calar hondo en mí. Aunque intenté ignorarlo, no podía evitar sentir que todos nos observaban.

El lunes, al llegar al colegio, la tensión era palpable. Había un rumor que rondaba, y todos parecían estar hablando de algo que no podía descifrar. La mirada de Tatiana me preocupaba; ella lucía un poco ansiosa, como si también hubiera sentido el impacto de esos comentarios.

Nos encontramos en la hora del almuerzo, y mientras otros reían y bromeaban a nuestro alrededor, yo me sentía cada vez más incómodo.

—Oye, Tati, ¿estás bien? —le pregunté, tratando de hacer una pausa en la risa de nuestros amigos.

Ella asintió, pero su expresión no coincidía con su respuesta.

—Sí, solo… he estado pensando en algunas cosas —respondió, bajando la mirada a su plato.

—¿Sobre nosotros? —pregunté, y su silencio fue respuesta suficiente.

—No, no, es solo que he oído algunas cosas y… me preocupan un poco —dijo, finalmente rompiendo el silencio.

Me incliné hacia ella, tratando de crear un espacio más privado en medio del bullicio.

—¿Qué has escuchado? —le pregunté con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—Bueno, algunos dicen que deberíamos separarnos. Que nuestra relación no es seria y que solo estamos jugando —dijo, frunciendo el ceño.

Las palabras de sus amigos resonaban en mi mente. Era cierto que nuestra relación era intensa y diferente, pero eso no significaba que no fuera real.

—Tatiana, no te dejes influenciar por lo que digan. Lo que tenemos es especial, y no tengo dudas sobre eso —le dije, sintiendo que la determinación comenzaba a tomar fuerza en mi pecho.

—Lo sé, Richard. Pero a veces siento que estoy luchando sola. Quiero que esto funcione, pero no sé si… si los demás tienen razón —sus ojos se llenaron de dudas, y eso me partió el corazón.

—Escucha, no puedo controlar lo que piensan los demás. Pero sé lo que siento por ti. Si tenemos que enfrentarlos, lo haremos juntos. No voy a dejar que nadie interfiera en nuestra relación —afirmé, decidido a demostrarle que estábamos en esto juntos.

Tatiana sonrió débilmente, pero aún así, se notaba que algo le preocupaba.

Los días siguieron, y cada vez que veía a Tatiana, la tensión aumentaba. Sentía que la presión de nuestros compañeros comenzaba a hacer mella en ella. La relación, que antes era pura alegría y risas, se transformaba en un campo de batalla emocional.

Una tarde, mientras estábamos en la biblioteca, un grupo de compañeros se acercó a nosotros. Uno de ellos, Juan, un chico del equipo de fútbol, se dirigió a Tatiana.

—Oye, Tatiana, ¿no crees que deberías pensar dos veces en tu relación con Richard? A veces parece que no sabe lo que quiere. —Sus palabras, cargadas de sarcasmo, provocaron una risa entre sus amigos.

Sentí que la rabia comenzaba a burbujear en mi interior.

—¿Y tú qué sabes de lo que quiero? —le respondí, levantándome de mi asiento, consciente de que había cruzado una línea.

THE BAD BOY - Richard Rios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora