-El sol apenas comenzaba a colarse entre las cortinas, tiñendo la habitación con una suave luz dorada. El despertador había sonado un poco antes, pero Javi lo había apagado con un gesto automático, sabiendo que ambos preferíamos seguir acurrucados unos minutos más.-
J: ¿Estás despiertas o sigues durmiendo? -preguntó él, con voz adormilada pero suave, mientras se estiraba junto a ti en la cama. Su brazo buscó tu espalda y te abrazó sin abrir los ojos. El aroma de su piel, tan familiar, te tranquilizó al instante.-
L: Ya casi es hora. Vamos levantándonos. -respondí, estirando las piernas hacia fuera de las mantas. El frío del suelo hizo que me encogiera un poco antes de levantarme completamente.-
-Javi suspiró y me observó, medio dormido, mientras me ponía de pie. No pasaron ni cinco segundos antes de que se levantara también, dejando la cama atrás. Se acercó a mí, pasando sus manos por mi cintura y dándome un beso en la mejilla.-
J: ¿Hoy te vas a vestir rápido o me vas a dejar esperar mucho? -pregunté con una sonrisa traviesa.-
L: Hoy tengo prisa. -dije, levantando las cejas en broma, mientras me dirigía a elegir la ropa.-
-Javi me siguió, siempre pegado a mí. Cuando llegamos al armario cada uno eligió su ropa.-
-La rutina matutina era un conjunto de movimientos que, aunque repetidos, nunca dejaban de sentirse especiales.-
L: ¿Te vas a poner esa camisa blanca otra vez? -bromeé, mientras lo miraba.-
J: ¿Te molesta? -respondí con un toque de ironía.-
-Ya conocías esa camisa casi tan bien como a él, pero te gustaba cómo le quedaba.-
L: No, es solo que te vi con ella ayer. -contesté con una risa suave, mientras me ponía unos pantalones cómodos.-
-Javi se acercó y, sin previo aviso, me dio un pequeño empujón hacia la pared, riendo también.-
J: Es porque te gusta verme así, sin camiseta, no me mientas. -dije en tono bajo, justo antes de besar su cuello.-
-Un escalofrío recorrió mi espalda e institivamente ladeé mi cabeza a un lado para que siguiera.-
-Javi aumentó el ritmo, me tenía súper acelerada y sin pensar quité sus manos apoyadas en la pared para colocar mis manos sobre las suyas y meterlas por debajo de mi camiseta tocando sus manos en círculos mi barriga, abdomen y finalmente mis pechos donde lo dejé tocar un rato. Al sacar sus manos de mi cuerpo, él dejó de besarme y dejó un beso en mi frente. Me aparté con una sonrisa traviesa.-
L: Vamos, que se nos hace tarde. -dije, ahora más seria, pero con una sonrisa en los labios.-
J: Está bien, pero solo porque no quiero que llegues tarde al trabajo. -dijo Javi con una resignación irónica.-
-Javi continuó vistiendose mientras yo terminaba de ponerme mi jersey.-
-Finalmente, terminamos de vestirnos y Javi dejó una cachetada en mi nalga izquierda. Lo miré traviesa y cogí su mano para bajar a desayunar.-
-El sonido del café goteando ya llenaba la casa. Javi se acercó a la alacena y sacó dos tazas.-
J: ¿Hoy tienes algo importante? -pregunté mientras vertía el café en las tazas.-
L: Nada que no se pueda solucionar rápido. -respondí.-
J: ¿Y tú? ¿Tienes alguna reunión hoy? -pregunté, aunque ya sabía que él estaba trabajando en un par de proyectos importantes. -
J: Sí, una videollamada más tarde, pero eso no me preocupa. -dije para tomar un sorbo de mi café.-
-Mientras nos acomodabamos en la mesa, un silencio se apoderó de la habitación, sólo interrumpido por los ruidos del café y las cucharas al moverse en las tazas. De repente, rompí el silencio proponiéndole un plan a Javi.-
L: ¿Tal vez podamos hacer algo diferente durante el parón de selecciones dentro de 2 semanas? Algo fuera de lo común.
J: ¿Algo como qué? -pregunté interesado en escuchar sus propuestas.-
L: No sé… podemos ir pensado algo.
-Javi asintió.-
-Antes de que pudieran hablar más, el sonido de tu teléfono interrumpió el momento. Era un mensaje de trabajo, y al mismo tiempo, Javi se levantó para revisar su propio teléfono.-
ESTÁS LEYENDO
El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...