Capítulo 35

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-El día comenzaba despejado pero con el aire moviendo las ramas de los árboles. -

-Me desperté con el sonido suave del despertador y, al abrir los ojos, vi a Javi a mi lado, aún dormido. Me levanté con cuidado, para no despertarlo. Sin hacer ruido, me dirigí a la cocina a preparar el desayuno.-

-Justo cuando terminé de prepararlo, Javi apareció en la puerta de la cocina, con una sonrisa perezosa y algo despeinado.

J: Buenos días, amor. -dije para dejar un beso en su frente.-

L: Buenos días, cariño. -dije mientras sentía su beso en mi frente.-

J: ¿Quieres que te ayude? -dije colocando un mechón de pelo detrás de su oreja.-

L: Ya está todo listo, solo falta ponerlo en la mesa. -dije mirándolo a los ojos.-

-Mientras desayunabamos, la conversación giraba entre historias del equipo, los partidos que se venían y las entrevistas que yo tenía pendientes.-

-Ya sobre las 12:30 p.m. Javi volvió a casa del entrenamiento y más tarde a las 6:00 p.m. nos  abrigamos bien para salir a dar un paseo. El aire frío del invierno barcelonés nos acariciaba la piel mientras caminabamos hacia el mercado navideño de la Plaza de la Sagrada Familia. Las calles estaban adornadas con las luces de navidad y el aroma a castañas asadas flotaba en el aire.-

-Al llegar al mercado, nos encontramos con decenas de puestos que ofrecían todo tipo de productos navideños: adornos hechos a mano, juguetes antiguos, dulces tradicionales, y las clásicas figuritas para los belenes.-

-Después de recorrer el mercado, nos dirigimos a un café cercano. Era uno de esos lugares acogedores que se volvía aún más cálido en invierno, con las luces suaves y el aroma de café y pasteles en el aire. Javi se pidió un café con leche y un croissant, mientras yo opté por un chocolate caliente con un trozo de tarta de manzana.

L: ¿Has pensado en qué vamos a hacer estas navidades? -pregunté mientras tomaba mi chocolate.-

-Javi dejó la taza de café sobre la mesa y me miró.-

J: Tal vez podamos ir en nochebuena con mi familia de Madrid y en nochevieja vamos con tu familia, igual que el año pasado. ¿Te parece? -Hice una pausa y sonreí.- O quizás podamos hacer una cena especial en casa si ambas familias prefieren subir a Barcelona y así estamos todos juntos.-

-Lo miré con los ojos brillantes. Sabía que cualquier momento con él, sin importar dónde estuviéramos, sería especial. Había algo en la idea de quedarnos en Barcelona, con el bullicio navideño de la ciudad y el calor de nuestro hogar, que me emocionaba mucho.-

-El resto del día lo pasamos caminando por las calles decoradas y disfrutando de cada instante juntos mientras caminabamos de vuelta a casa.-

El futbolista del que me enam⚽réDonde viven las historias. Descúbrelo ahora