El estadio del equipo de fútbol San Tirso se encontraba lleno, y es que no era un partido cualquiera. Se enfrentaban ante el Espanyol en la primera ronda de Copa del Rey. Esta competición siempre trae consigo esa magia impredecible, ese aire de sorpresa que hace que cualquier equipo, por pequeño que sea, pueda sorprender.
Los jugadores del Espanyol salieron al campo con la convicción de que, aunque el rival no estuviera en la élite, no podían confiarse. Sabían podía pasar cualquier cosa. Sin embargo, la diferencia de categoría era palpable. Aprovechando el Espanyol esto para dar minutos a jugadores que no siempre tienen la oportunidad de jugar. Por lo que Javi en esta ocasión se quedó en el banquillo durante todo el partido.
**Primer Tiempo**
El encuentro comenzó con el Espanyol dominando la posesión del balón. La experiencia de sus jugadores se notaba en cada pase, en cada movimiento. El entrenador del Espanyol, querían imponer un ritmo alto y no dejar que el San Tirso se sintiera cómodo en ningún momento. La presión alta y la circulación rápida del balón dejaban ver la clara diferencia de nivel.
A pesar de esto, el San Tirso no se acobardó. Este se había preparado a conciencia. Su esquema táctico se basaba en una defensa férrea y en aprovechar cualquier contragolpe que se presentara.
En el minuto 33, un pase filtrado de Sergi Gómez dejó a Brian Oliván en buena posición dentro del área, lanzó el balón que terminó en gol. El Espanyol comenzaba a marcar diferencia ante el San Tirso. Al finalizar el primer tiempo el partido iba 0-2 ganando el Espanyol.
**Segundo Tiempo**
La segunda mitad comenzó sin cambios en el esquema del Espanyol, que decidió ir con todo en busca del tercer gol. Vélez, quien había estado algo aislado en la primera parte, comenzó a recibir más balones y a generar más peligro. En el minuto 55, una combinación rápida entre Cabrera y Vélez permitió que este se plantara solo frente al portero del San Tirso. Sin embargo, Carlos Méndez, portero del San Tirso se estiró al máximo y desvió el balón con una mano salvadora. El estadio estalló en aplausos.
El San Tirso, con su corazón valiente, comenzó a lanzar contragolpes que pusieron en aprietos a la defensa perica. Iván Sánchez, el delantero estrella del San Tirso, se mostró rápido y peligroso en varias jugadas. En el minuto 64, Sánchez dejó atrás a Fernando Calero y disparó al primer palo, pero Leandro Cabrera, central uruguayo del Espanyol, realizó un despeje milagroso. El público, al borde del desmayo, respiró con alivio.
El cansancio empezaba a hacer mella en los jugadores del San Tirso, que se veían obligados a defender con todo lo que tenían. El entrenador optó por realizar varios cambios para mejorar la defensa del equipo.
Finalmente, en el minuto 73, la presión del Espanyol dio frutos. Vélez lanzó un tiro libre desde medio campo. El balón fue al corazón del área, donde Cheddira saltó más alto que la defensa rival y cabeceó con fuerza. El balón se coló en la red, dejando al portero sin opciones. 0-3 para el Espanyol. El estadio estalló de júbilo.
El gol parecía romper la resistencia del San Tirso. Los locales, a pesar de su esfuerzo heroico, empezaron a acusar el desgaste físico y mental. El Espanyol controló el partido con tranquilidad, pero sin perder la intensidad. Sin embargo, el San Tirso, sin rendirse, siguió luchando y buscando alguna ocasión para sorprender.
Cuando el reloj marcaba el minuto 88, el Espanyol cerró el partido. Un contragolpe rápido encabezado por Calero llegó hasta Vélez, quien se deshizo de su marcador y puso un pase perfecto a Cheddira, que marcó el cuarto gol. El San Tirso se rindió a la evidencia de que, aunque su sueño casi había sido posible, no pudo superar la calidad y la experiencia de un equipo de Primera.
El árbitro pitó el final del encuentro y el Espanyol avanzó a la segunda ronda de la Copa del Rey. Los jugadores del San Tirso, agotados pero orgullosos de su rendimiento, caminaron hacia sus aficionados, quienes los aplaudieron con admiración.
La Copa del Rey siempre da sorpresas, y aunque esta vez el Espanyol había conseguido el pase, el coraje y la entrega del San Tirso habían dejado una huella imborrable en el corazón de los aficionados.
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...