-Hoy se disputaba el partido de la segunda ronda de Copa del Rey, Javi no estaba convocado para el partido de esta noche. El Espanyol se enfrentaba al Barbastro y el ambiente en casa era tranquilo.-
-La tarde transcurría lentamente y antes del partido decidimos preparar la cena para no perdernos ni un minuto del partido. Hoy, el hecho de no estar convocado le pesaba más de lo habitual.-
-A las 9 p.m., el pitido inicial dio comienzo al partido. El Espanyol, que se encontraba jugando de visitante, parecía dominar los primeros minutos, pero pronto el Barbastro sorprendió con su juego agresivo. Javi estaba muy concentrado, los ojos fijos en la pantalla, pero su rostro se iba apagando con cada jugada mal ejecutada. El Barbastro presionaba con mucha intensidad, y aunque el Espanyol tuvo algunas ocasiones claras, el equipo no estaba siendo efectivo. El primer gol del Barbastro llegó en el minuto 27. Fue un disparo lejano, que sorprendió al portero del Espanyol. La jugada fue rápida, sin tiempo para reaccionar.
Javi frunció el ceño y apretó los puños, mientras el ambiente se volvía tenso. El Espanyol no parecía estar a la altura del partido, y el Barbastro aprovechaba cada fallo.
El primer tiempo terminó con el 1-0 a favor del Barbastro, y el ambiente en casa era de incomodidad. Javi seguía mudo, sin dejar de mirar la pantalla. Sabías que, aunque no estuviera jugando, su conexión con el equipo era tan fuerte que le dolía verlo perder.
El segundo tiempo comenzó, y a los pocos minutos, el Barbastro amplió su ventaja. Un gol tras un córner mal defendido por el Espanyol. El marcador estaba ahora 2-0, y la eliminación de Copa del Rey parecía cada vez más cercana.
El tiempo seguía pasando, pero el Espanyol no encontraba la manera de remontar. Las jugadas ofensivas eran imprecisas, y el Barbastro se defendía bien. La frustración en el rostro de Javi era evidente, no solo por la derrota, sino porque deseaba estar allí, en el campo, luchando por la remontada.
El partido terminó 2-0, y el Espanyol quedó eliminado. El estadio estaba en silencio, mientras el Barbastro celebraba. En casa, solo quedaba el sonido de la televisión apagada.-
L: Lo siento, amor… Sé que no es fácil. -dije mirándolo. -
-Javi suspiró profundamente y se levantó del sofá.-
J: Es un golpe duro, sí. Pero siempre hay que levantarse. Ya veremos qué pasa en el próximo partido. Lo importante es seguir trabajando. -dije mirándola.-
L: Así me gusta, ¡siempre positivo! Y no olvides que te quiero, pase lo que pase.
J: Lo sé. Gracias por estar siempre ahí. -dije sonriendo.-
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...