-El sol apenas empezaba a filtrarse por las cortinas cuando la alarma sonó. Me giré lentamente y ahí estaba él, con esa sonrisa que siempre tenía cuando se tomaba un momento para observarme.-
J: Buenos días, mi vida.- susurré, acariciando su mejilla.-
L: Buenos días, amor. -respondí acomodándome más cerca de él.-
-Javi me envolvió con sus brazos, apretándome contra su pecho, y comenzó a darme pequeños besos por toda la cara: la frente, las mejillas, la nariz, y finalmente, los labios. Me reí entre cada beso.-
J: Eres tan bonita, ¿te lo he dicho hoy? -murmuré, hundiendo mi rostro en su cuello.-
L: apenas nos hemos despertado, amor. -dije con una sonrisa.-
J: Bueno, pero es algo que debería recordarte cada hora. -dije.-
-Nos quedamos en la cama hablando en voz baja. Sus manos acariciaban mi pelo, mi espalda, mis manos. De repente me dijo.-
J: ¿Y si no voy al entrenamiento hoy? -dije de repente, jugando con un mechón de su pelo.-
L: Claro, y que luego el entrenador venga a buscarte aquí. -bromeé, pero él solo me respondió besándome otra vez.-
J: Vale, pero hasta que me vaya, soy todo tuyo. -dije para dejar un beso en su frente.-
-Bajamos a desayunar y mientras preparabamos el desayuno este iba acompañado de una dosis de mimos.-
-Cuando llegó la hora de Javi irse al entrenamiento me envolvió en un abrazo tan fuerte que casi no me dejaba respirar.-
J: Voy a pensar en ti todo el rato. -dije mirándola.-L: Yo también pensaré en ti amor. -dije dándole un último beso antes de que saliera por la puerta.-
-Una vez Javi fuera aproveché para ponerme los zapatos rápidamente ya que hoy el entrenamiento era a puerta abierta y yo quería estar allí para darle una sorpresa cuando se acercara a los aficionados con el resto de compañeros.-
-Las gradas estaban llenas de aficionados entusiastas. Mis amigas estaban allí a mi lado ya que habían venido a acompañarme.-
-Desde las gradas veía a Javi corriendo en el campo, concentrado y completamente inmerso en su trabajo. Aunque lo veía todos los días no podía evitar pensar en los guapo que se veía entrenando.-
-Tras finalizar el entrenamiento, los jugadores se acercaron a las gradas para firmar autógrafos y tomarse fotos. Cuando Javi llegó hasta donde yo estaba, yo ya tenía mi camiseta y mi rotulador preparado para fingir que no lo conocía y que simplemente era una fan más.-
L: Hola, ¿podrías firmarme la camiseta? -dije con una sonrisa.-
-Él me miró con una mezcla de sorpresa y diversión, pero enseguida me siguió el juego.-
J: Claro, ¿cómo te llamas?
L: Lorena. -respondí, fingiendo timidez.-
J: ¿Y qué te parece mi forma de jugar, Lorena? -pregunté mientras firmaba su camiseta.-
L: Eres increíble. Siempre me ha encantado cómo juegas. -contesté, conteniendo la risa, por lo metidos que estabamos en el juego.-
-Cuando terminó de firmar, saqué mi móvil.-
L: ¿Podríamos hacernos una foto? Es un sueño conocerte.-Él asintió con una sonrisa y se inclinó hacia mí, apoyando su mano en mi cintura para posar. Mientras lo hacía, me dijo.-
J: Tengo que decirte algo, eres muy guapa. -dije aprovechando lo cerca que estábamos.-
-Lo miré, sorprendida por su comentario, y me eché a reír.-
L: ¿Siempre coqueteas con tus fans así? -dije con una sonrisa y alzando una ceja.-
-Javi se inclinó aún más cerca, con esa mirada intensa que siempre logra dejarme sin palabras.-
J: No, solo contigo. -dije en un susurro.-
-Mis mejillas se encendieron, y aunque intenté mantener la compostura, mi sonrisa me delató. Tomamos la foto juntos y antes de terminar de separarse Javi apretó suavemente mi cintura para seguido atender a otros fans.-
-Mientras Javi firmaba los últimos autógrafos, lo vi pararse con un niño pequeño, enseguida se agachó a su altura, sonriéndole con calidez.-
J: ¿Cómo te llamas? -pregunté.-
-Álex. -respondió el niño, nervioso pero emocionado.-
J: ¿Juegas al fútbol, Álex? -pregunté mientras tomaba el balón que tenía en sus manos.-
-El niño asintió con entusiasmo, y Javi le dio algunos consejos simples pero útiles sobre cómo controlar mejor el balón. Álex lo miraba con adoración, como si estuviera frente a su héroe. Cuando terminó, Javi firmó el balón y le revolvió el cabello con cariño.-
-Ver esa escena me llenó de ternura. Sabía cuánto deseaba Javi ser padre algún día, pero también recordé nuestro acuerdo: esperaríamos hasta que yo tuviera al menos dos años trabajando en mi carrera (solo quedaban unos meses para ese momento).-
☆☆☆
-Javi llegó a casa antes que yo. Cuando entré media hora después, lo encontré en la cocina, concentrado en preparar la comida. Me acerqué silenciosamente, rodeé su cintura con mis brazos y le di un beso en la mejilla.-
L: Hola amor. -dije con una sonrisa.-
J: Hola cariño. -respondí girándome y colocando mi mano en su cintura.-
-Su tono era juguetón, pero sus ojos estaban llenos de cariño.-
L: ¿Qué tal el día? -pregunté inocentemente.-
J: Interesante. Hoy conocí a una chica muy simpática en el entrenamiento. Me pidió un autógrafo y una foto. -dije para dejar un beso en su frente.-
-Reí, apoyando mi cabeza en su hombro.-
L: ¿Ah, sí? Qué suerte la suya. -dije para abrazarlo.-
-Javi se inclinó un poco hacia mí, con su sonrisa traviesa.-
J: No sabía que tenía fans tan entregadas en casa. -dije para abrazarla con más fuerza.-
-reí bajito.-
J: Eres única, ¿lo sabes? Nadie más haría algo así. -dije para recoger un mechón de pelo detrás de su oreja.-
L: Solo quería divertirme un poco y apoyar a mi capi.-
-La risa llenó la cocina mientras continuábamos preparando el almuerzo juntos, compartiendo el tipo de complicidad que solo nosotros entendíamos.-
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...