Capítulo 15

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-El día del viaje llegó rápidamente. Nos dirigimos al aeropuerto y ya en el vuelo, me senté junto a él, los dos con los auriculares puestos, pero nuestras manos entrelazadas, dándonos la sensación de estar en nuestro propio mundo. El tiempo pasaba volando, y antes de que nos diéramos cuenta, ya estábamos aterrizando en un lugar lleno de promesas y aventuras.-

Cuando llegamos al hotel. A pesar de la calma exterior, sentía una energía entre nosotros, una complicidad que no podíamos disimular. El check-in fue rápido, y nos dirigimos directamente a la habitación, que ya estaba preparada con unas vistas impresionantes al mar.

J: No quiero esperar más. -dije dejando caer mi maleta al suelo mientras me acercaba a Lorena. -

L: ¿A qué te refieres? -pregunté, jugueteando con el tirante de mi vestido.-

J: Quiero disfrutar del lugar, pero también quiero disfrutar de ti. -respondí, acercándome aún más.-

-Sus palabras, que al principio parecían simples, se llenaron de una profundidad que no podía evitar que mi corazón latiera más rápido.
Nos acercamos aún más, y en ese momento, la habitación ya no tenía importancia. Lo que importaba era ese espacio entre nosotros, tan cercano y lleno de electricidad.-

☆☆☆

-Pasamos el resto de la tarde explorando las calles de los alrededores del hotel. El sol estaba comenzando a ponerse, y la luz cálida iluminaba todo, dándole un toque dorado a la escena. No hacía falta hablar mucho; nos entendíamos con solo mirarnos. El aire fresco del mar acariciaba nuestras pieles, y sentía que cada instante juntos era tan perfecto que no quería que terminara nunca.-

-Regresamos a la habitación para descansar antes de la cena. Javi se recostó en la cama, su mirada fija en mí, invitándome a unirme a él. Sin pensarlo, me senté a su lado, y con un solo movimiento, él me atrajo hacia él, abrazándome con fuerza.-

J: Te quiero aquí, conmigo, todo el tiempo. -susurré. -

-La intensidad de su voz me recorrió de pies a cabeza y sin palabras, comencé a quitarme la ropa, sintiendo la anticipación del momento. Mientras lo hacía, Javi no dejaba de mirarme, con una expresión que mezclaba admiración y deseo.-

☆☆☆

-La mañana siguiente amaneció radiante. Abrí los ojos y me encontré con Javi, que ya estaba despierto, observándome en silencio. Su mirada era suave, pero profunda, como si estuviera descifrando todos los pensamientos que pasaban por mi mente.-

J: Buenos días, amor. -dije con una sonrisa.-

-Su voz, aún cargada de sueño, me hizo sonreír. Me acomodé junto a él, y por un momento, los dos permanecimos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento.-

-El desayuno lo tomamos en el balcón, con vistas al mar. Las olas rompían suavemente contra la orilla, creando una melodía relajante que acompañaba nuestra conversación ligera. Habíamos planeado explorar la ciudad ese día, pero lo que realmente nos emocionaba era estar juntos, vivir la experiencia de este viaje sin prisas, sin planes estrictos-

-Javi me miraba con una mezcla de ternura y admiración. Sabía que el viaje nos estaba uniendo más, pero también sentía que había algo más profundo entre nosotros, algo que no se podía describir con palabras.-

-Cuando terminamos de desayunar, decidimos caminar por la ciudad. Las calles eran pintorescas, llenas de colores y aromas desconocidos. Javi me tomaba de la mano en todo momento, y entre los dos, parecía que el mundo exterior desaparecía. Cada esquina que explorábamos juntos estaba llena de nuevos descubrimientos y pequeñas aventuras. Me reía mientras Javi me guiaba por los laberintos de la ciudad, siempre dispuesto a perderse si eso significaba disfrutar de mi compañía.-

-Después de un par de horas recorriendo las calles y disfrutando del ambiente relajado, decidimos parar en una pequeña terraza a tomar algo. Nos sentamos en una mesa con vista a la plaza principal, y mientras Javi pedía dos cafés, me tomé un momento para observarlo. Había algo en él que me atraía más con cada minuto que pasaba: su forma de ver la vida, su capacidad para hacer que cada momento fuera especial.-

J: ¿Qué te pasa? -le pregunté, notando que me miraba fijamente.-

L: Nada. -respondí, sonriendo tímidamente.- Solo me encanta estar aquí, contigo.

-Javi se inclinó hacia mí, cruzando sus dedos con los míos sobre la mesa.-

J: Te prometo que voy a hacer que este viaje sea inolvidable. -dije.-

-Cuando terminó de decir eso, no pude evitar inclinarme hacia él para darle un beso suave.-

-Al caer la tarde, decidimos regresar al hotel para descansar un poco antes de la cena. La brisa del mar se sentía más fresca, y el cielo comenzaba a teñirse de tonos naranjas y rosados. De camino de vuelta, nos detuvimos frente a una pequeña iglesia. Era tan pintoresca que no pude evitar sacar algunas fotos. Javi me rodeó con un brazo.-

-Ya en la habitación, nos preparamos para la cena. Al llegar al restaurante del hotel, la vista era aún más espectacular de lo que imaginamos. El sol se ocultaba detrás del horizonte, y el mar reflejaba los últimos rayos de luz. Nos sentamos frente a los ventanales, con una copa de vino en la mano, brindando por todo lo que habíamos vivido y por lo que aún nos quedaba por descubrir.-

L: A este ritmo, voy a querer que todos nuestros viajes sean así. -dije entre risas, mirando a Javi con complicidad.-

J: Lo único que necesitas para que todos nuestros viajes sean perfectos… es que estemos juntos. -respondió él, mirando profundamente en mis ojos.-

☆☆☆

-La última noche del viaje llegó sin que nos diéramos cuenta. Habíamos vivido tantas experiencias juntos que todo parecía un sueño del que no queríamos despertar. Sin embargo, al mirar atrás, supe que esos momentos serían parte de nuestra historia, una historia que no tenía fin. Estábamos listos para regresar a casa, pero el regreso no significaba un cierre. Era el inicio de un nuevo capítulo en nuestra relación.

A medida que el avión despegaba, me recosté en el asiento y cerré los ojos, recordando cada risa, cada gesto, cada palabra de cariño. Javi estaba a mi lado, tan cercano que podía sentir su respiración tranquila. Sabía que, sin importar lo que nos esperara en el futuro, lo único que necesitábamos era estar el uno para el otro.-

El futbolista del que me enam⚽réDonde viven las historias. Descúbrelo ahora