-El despertador sonó a las 7:30 a.m., y aunque apenas lo noté, Javi se movió rápidamente para apagarlo, tratando de no despertarme del todo. Sin embargo, me giré hacia él con los ojos entrecerrados, aún atrapada entre el sueño y la vigilia.-
L: Buenos días, amor. -murmuré, con una sonrisa perezosa.-
J: Buenos días, dormilona. -respondí con voz suave, acariciándole el cabello antes de levantarme.-
-Javi se dirigió a la cocina mientras yo me tomaba unos minutos más para despertar. Al llegar, el olor del café recién hecho ya me esperaba. Javi había preparado todo: tostadas, fruta fresca y un par de tazas humeantes en la mesa.-
-Mientras desayunabamos estuvimos hablando y cuando terminamos ambos comenzamos a recoger la mesa, mientras yo lavaba, él secaba, entre alguna que otra risa y pequeña broma que llenaban el espacio.-
J: ¿Sabes? Esto es mejor que el entrenamiento. -dije mientras sacaba una cuchara.-
L: ¿Seguro? -Pregunté arqueando una ceja.-
J: Bueno, el entrenamiento no incluye el espectáculo de verte tan guapa por las mañanas. -Respondí con un tono pícaro.-
-Rodé los ojos, pero el rubor en sus mejillas me delató.-
L: Tú siempre me ves guapa, amor, aunque sea así despeinada. -dije con una sonrisa tímida.-
J: Porque lo eres. -Dije para dejar un beso en su cabeza.-
-Cuando terminamos, Javi me tomó de las manos y me acercó a él. Un último abrazo, un beso que duró más de lo planeado, y luego Javi salió hacia el entrenamiento, mientras yo me quedaba en casa.-
-Más tarde, cuando Javi volvió del entrenamiento estuvimos preparando la comida y ya después de comer estuvimos trabajando el uno al lado del otro. La tarde se nos pasó volando y cuando nos dimos cuenta la noche había caído con suavidad. Fuera, el viento jugaba entre los árboles, pero dentro, todo era calma y silencio. La chimenea iluminaba el salón con un resplandor anaranjado, proyectando sombras danzantes en las paredes.-
-Yo estaba sentada en el sofá, con las piernas cruzadas y una manta ligera sobre ellas. Llevaba un suéter de Javi que me quedaba grande. Él siempre bromeaba con que su ropa terminaba desapareciendo, pero en realidad, adoraba verme con ella. Javi estaba de pie junto a la mesa, sirviendo dos copas de vino.-
-Javi se acercó, dejando una copa sobre la mesa frente a mí y sentándose a mi lado. Me incliné hacia él, dejando caer la cabeza en su hombro.-
L: A veces siento que el tiempo se detiene cuando estamos juntos. -dije en voz baja.-
-Javi asintió lentamente, pasando un brazo alrededor de mis hombros y acercándome más a él.-
J: ¿Sabes cuántas veces he soñado con esto? Contigo, aquí.
-Levanté la cabeza para mirarlo. Nuestros ojos se encontraron, y por un momento, ninguno dijo nada.-
L: Yo también lo soñé. -Confesé casi en un susurro.- Aunque nunca pensé que pudiera ser tan perfecto.
-Javi sonrió.-
J: Es perfecto porque tú estás aquí. -Llevé una mano a su rostro, acariciando su mejilla con el pulgar—. No necesito más.
-Cerré los ojos por un momento, dejándome llevar por la calidez de su toque. Cuando volví a abrirlos, Javi ya había inclinado la cabeza, dejando un beso suave en mi frente.-
J: ¿Qué te parece si cenamos aquí mismo? -pregunté señalando el suelo frente a la chimenea.- Podemos traer una manta, un par de platos y relajarnos.-
L: Me parece perfecto. -respondí sonriendo.-
-Mientras Javi se levantaba para ir a la cocina, yo me quedé mirando la escena. El salón, la luz del fuego, la paz que llenaba el aire.-
-Javi regresó minutos después con un par de platos y una botella de vino. Extendió una manta en el suelo y nos sentamos juntos. La noche se alargó y terminamos ambos tumbados en el suelo, nuestros cuerpos entrelazados bajo la manta. Yo con la cabeza apoyada en el pecho de Javi.-
L: Te amo. -Murmuré rompiendo el silencio.-
-Javi besó mi cabello, estrechándome entre sus brazos.-
J: Yo también te amo. Más de lo que podrías imaginar. -Dije para disfrutar de la calidez del momento.-
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...