-Javi y yo estábamos hablando en la cama y me estaba dando muchos mimos. Me sentía con el corazón lleno de amor y lo abracé súper fuerte como si pudiera unirme a su cuerpo. Me subí sobre él e iba a bajar para apoyar mi cabeza sobre su pecho pero Javi no me dejó, me cogió por la cintura frenándome.-
J: A dónde crees que vas, señorita ? -dije de broma.-
L: Pues a poner me cabeza sobre tu pecho. -dije con seguridad.-
J: Eso es lo que tú crees. -dije aún con tono de broma.-
L: ¿Por qué no quieres que me tumbe sobre tu pecho? -dije mirándolo.-
J: Porque sé que pretendes, traviesa. -dije para girarme y dejarla abajo sin dejar caer todo mi peso sobre ella.-
L: y según tú, ¿qué pretendo? -dije con una sonrisa.-
J: Amor, lo sabes muy bien. -dije una sonrisa traviesa.- pretendes hacer esto. -dije para besar sus labios suavemente.- ¿o me equivoco?
L: No está mal, pero te equivocas, no pretendía eso, era más bien otra cosa.- dije entre risas.-
J: ya veo... -dije con una sonrisa pícara.- entonces lo que pretendías es esto. -dije para comenzar a besar su cuello y meter una de mis manos por debajo de la camiseta de su pijama.-
L: Tampoco era eso. -dije con la respiración entrecortada.-
-Javi me miró de nuevo y se quedó unos segundo analizando mi rostro, como si de verdad quisiera averiguar que me traía entre manos.-
J: Vale amor, me rindo. -dije tumbándome de nuevo a su lado.- sé que pretendes algo pero no sé el qué, así que dímelo.- dije mirándola.-
L: -con una sonrisa me subí de nuevo sobre Javi sentándose en su abdomen.- Realmente no ibas mal encaminado a lo que pretendía. - dije metiendo mis manos por debajo de su camiseta, acariciando su torso y acercándome lentamente hasta su boca.- es solo que sabes que me encanta calentarte por diversión.- dije a centímetros de su boca con una sonrisa traviesa.-
J: Amor, te vas a enterar. -dije para seguido dejarla de nuevo debajo de mí.- Así que tú plan es solo calentarme, eres una niña muy traviesa, ¿no te han dicho que debes respetar a los mayores? -dije acercándome lentamente hasta quedar a centímetros de su boca.-
L: -Me reí.- ¿Respetar a los mayores? Amor, cinco años más no te da derecho a castigarme. -dije mirándolo a los ojos, aún con la sonrisa en mi boca.-
J: Yo no había dicho nada de castigarte pero creo que me acabas de dar una gran idea. -dije susurrando.-
L: pero, ¿recuerdas los tipos de castigos que hay? El de rodillas, contra la pared...
J: Amor, eres un caso. -dije interrumpiendola.-
L: pero te encanta que sea así, no lo niegues.- dije para pasar mi mano por su mejilla.-
J: Me encanta todo de ti. -dije para dejar un beso en su frente.-
L: Entonces si te encanta todo de mí, ¿me he librado del castigo? -dije mordiéndome sutilmente el labio.-
J: Ni de broma. -dije para comenzar a besarla.-
☆☆☆
-Habiamos quedado para desayunar todos juntos a las 11 y ya solo faltaban unos minutos. Así que salimos de la habitación para ir a la cocina. Javi me seguía, abrazándome por la cintura mientras bajabamos las escaleras.-
J: ¡Qué bien huele! -exclamé al llegar a la cocina, donde los churros ya estaban sobre la mesa, acompañados de chocolate caliente.-
L: La verdad que sí, que ganas de desayunar. -dije acariciando sus manos que seguían abrazándome.-
-Empezamos a colocar todos la mesa.-
-El desayuno fue relajado, lleno de risas y bromas, así como de los planes para este año.-
L: nosotros este año vamos a viajar más. -dije tomando un churro.- Quiero conocer más lugares contigo. -dije mirando a Javi.-
-Javi me miró, con una sonrisa.-
J: Yo también. ¿A dónde te gustaría ir primero?
L: Colmar, es uno de los sitios que me gustaria. -respondí, con una sonrisa.-
J: Entonces, iremos. -dije mirándola.-
-Después del desayuno, decidimos salir a dar un paseo por el barrio. Todos juntos, caminando tranquilos por la calle, Javi tenia entrelazada su mano con la mía, mientras conversaba con mi hermano. -
-Ya por la tarde decidimos ir a un bar cercano, donde nos sentamos y disfrutamos del tiempo en familia. Para terminar después de un día lleno de pequeños momentos cenamos todos juntos en un restaurante.-
-De regreso a casa, la noche continuó en el salón, con música suave de fondo y luces tenues que daban un aire acogedor a la casa.-
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...