-La alfombra roja se extendía frente a nosotros, interminable, un mar de flashes y cámaras enfocándonos. El ruido de las conversaciones, el clic de las fotos, se mezclaba con la emoción palpable en el aire.-
-Javi, impecable en su traje negro, caminaba con una elegancia natural, su sonrisa radiando como siempre. Yo, por mi parte, trataba de mantener la compostura. Mi vestido azul marino, tan hermoso como inquietante, comenzaba a hacerme una mala jugada. El adhesivo que sostenía la parte superior había cedido, y ahora cada vez que me movía, el escote se abría un poco más. Aunque intentaba no mostrarlo, la incomodidad me invadía. Todo iba bien mientras las cámaras disparaban, pero algo me decía que en cualquier momento iba a haber un pequeño desastre. Y, por supuesto, no quería que esa "pequeña sorpresa" fuera captada por los flashes. -
-Me acerqué a Javi, intentando ser discreta, y le susurré al oído.-L: Amor… el vestido… se está abriendo. ¿Puedes poner tu mano un poquito más arriba?
-Mi tono era bajo, pero cargado de ansiedad, y Javi, sin perder el ritmo de la pose, giró un poco el rostro hacia mí. Su mirada se iluminó con esa chispa de picardía que me hacía reír en cualquier situación.-
J: ¿Se está abriendo, eh? -dijo, su voz cargada de esa mezcla de simpatía y diversión.- Qué peligroso, cariño, ¿y si alguien ve algo que no debería?
-Sus ojos brillaron con complicidad mientras se movía, como si no se tratara solo de evitar el desastre, sino de disfrutar cada segundo de este pequeño lío. En un parpadeo su mano que estaba en mi cintura subió un poco, justo donde lo necesitaba.-
J: ¿Así? -pregunté con voz suave.-
-Su sonrisa traviesa no hacía más que agrandarse al ver cómo me tensaba un poco más de lo necesario.-
-Yo traté de mantenerme seria, pero el tono coqueto con el que había dicho "así" me hizo sonrojar.-
L: Javi, no seas tan pillo. -reí entre dientes, sin poder evitarlo.-
-Él me miró con esa expresión traviesa que siempre le sale cuando está disfrutando del momento.-
J: ¿Qué? Solo me aseguraba de que todo estuviera en su lugar… -respondí, alzando una ceja. -
-Seguido con descaro, dirigió una mirada fugaz hacia mis pechos. No pude evitar reírme aún más, sobre todo al ver su cara de niño travieso.-
L: ¡Amor! -Le susurré mientras intentaba ponerme un poco más recta, luchando por no romper a carcajadas.-
-Pero él no lo pudo evitar y, sin dejar de posar, soltó una risa entre dientes.-
J: Mejor lo dejo justo aquí, no vaya a ser que el vestido decida escaparse por completo. -bromeé, volviendo a ajustar mi mano con un gesto más firme pero cariñoso.-
-La situación, incómoda y divertida al mismo tiempo, nos hacía disfrutar de la complicidad de esos pequeños momentos. Aunque las cámaras seguían disparando, algo en sus ojos me decía que se estaba divirtiendo mucho más que yo con todo esto. Y yo no podía evitar reír también.-
-Finalmente, después de unos minutos, nos dirigimos a la salida de la alfombra roja. En cuanto salimos de la zona de cámaras, Javi se acercó a mí y sin decir palabra, me pasó su chaqueta, envolviéndome en ella con suavidad.-
J: No quiero que sigas preocupándote por el vestido. -dije, con una sonrisa.- A partir de ahora, nadie va a notar nada.
-Me sentí aliviada, y por supuesto, agradecida. Pero él no dejó de mirarme con esa mezcla de amor y picardía.-
J: Ahora sí que vas a estar tan perfecta que ni el vestido podrá desentonar. -añadí, acercándome más a ella mientras nos alejábamos de la multitud.- Podrías darme un beso por haber sido tan buen protector.
-Lo miré con cara de incredulidad, pero no pude evitar ceder ante su sonrisa encantadora. Le di un beso rápido, sintiéndome más tranquila, menos preocupada por el desastre del vestido, pero mucho más enamorada que nunca.-
J: Eso está mucho mejor. -dijo él, mientras me abrazaba más cerca y me susurraba al oído.- Deberíamos tener más "accidentes" de estos.
L: Solo si tú eres el que los resuelve. -respondí, sonriendo.-
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El futbolista del que me enam⚽ré
RomanceLorena tiene 26 años, es periodista deportiva y está casada con su futbolista favorito, Javier, el cual tiene 31 años y además de jugar al fútbol en La Liga española es empresario. Ella lo conoció mucho antes de que él supiera que ella existía, conc...