Capítulo 29

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-Javi estaba sentado en el sofá, completamente absorto en la pantalla de su móvil. El suave resplandor de la luz del teléfono iluminaba su rostro, pero ni siquiera se dio cuenta cuando entré al salón. Me acerqué sigilosamente y me planté justo enfrente de él. Entonces levantó la vista, sorprendido por un instante antes de sonreír. No dijo nada, pero su mirada ya decía todo lo que sentía. Sonreí también, y sin pensarlo mucho, me senté sobre sus piernas, rodeándolo con mis brazos. Javi dejó escapar una pequeña risa mientras sus manos rodeaban mi cintura. Me abrazó con fuerza, como si quisiera mantenerme cerca, y se dejó caer ligeramente hacia atrás en el sofá, acomodándome entre sus brazos.-

J: Amor… -dije, con ternura al ver su acto.- Te quiero tanto.

-Yo me acomodé más en su pecho, disfrutando del calor que compartíamos. Sus labios, entonces, encontraron los míos en un beso suave pero lleno de significado, como si fuera el primer beso de mil más. El momento se alargó, y el mundo alrededor desapareció. No necesitábamos palabras, solo estar ahí, juntos, sintiéndonos el uno al otro. Finalmente, me separé un poco, mirándolo a los ojos, y él me sonrió con esa expresión que solo él sabe tener.-

L: ¿Qué tal el día? amor. -Le pregunté, buscando conectar más allá de la intensidad del momento.-

-Javi acarició mi cabello con ternura antes de responder.-

J: Ahora, mejor. -Respondí con una sonrisa.- 

-Nos quedamos en silencio, Javi seguía acariciando suavemente mi espalda, mientras yo me quedaba allí, rodeada por su abrazo. Su respiración tranquila me hacía sentir protegida, como si no hubiera nada que pudiera alejarnos al uno del otro en ese momento.-

J: ¿Qué pasa, amor? -Pregunté notando que su mirada se había quedado fija en mis ojos. -

-Sonreí y sacudí la cabeza, avergonzada de haberme sumido en mis pensamientos.-

L: Nada, solo pensaba en lo afortunada que soy. -Respondí, sin poder evitar que mis palabras salieran con una dulzura sincera.-

-Él me miró en silencio durante unos segundos, como si estuviera evaluando si había algo más detrás de lo que acababa de decir. Luego, con una sonrisa cálida, inclinó su rostro hacia el mío y me dio otro beso, esta vez más profundo, más lento, como si estuviera buscando asegurarse de que ambos sintiéramos lo mismo.-

J: Yo también me siento afortunado, más de lo que puedas imaginar. -Dije con voz suave, casi un susurro, antes de soltar un suspiro de satisfacción.-

-Nos quedamos así un momento, disfrutando de la compañía mutua. El teléfono de Javi, que había quedado olvidado sobre el sofá, vibró brevemente, pero él no hizo el intento de mirarlo. No había nada en el mundo que pudiera interrumpir lo que estábamos viviendo en ese instante.-

L: ¿Te gustaría que veamos una peli? -Le pregunté, inclinándome hacia él y jugueteando con el cuello de su camiseta.-

-Javi rió suavemente y asintió.-

J: Me parece perfecto. -dije para dejar un beso en su frente.-

-Elegimos la película y le dimos al play pero las palabras y las escenas de esta parecían desvanecerse mientras estábamos sumidos en nuestra propia burbuja. Estábamos abrazados. De vez en cuando, Javi me miraba y sonreía. Yo respondía a su mirada con la misma ternura.-

J: ¿Sabes qué? -murmuré después de un rato, rompiendo el silencio.-

-Lo miré con curiosidad, levantando una ceja.-

L: ¿Qué? -Respondí, acercándome un poco más a él.-

-Javi acarició mi rostro con suavidad.-

J: A veces, lo único que quiero es quedarme aquí, en este instante, sin que nada cambie. -Dije.-

-Sonreí, acariciando su pecho de forma suave.-

L: Yo también. -Respondí, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba ante sus palabras.-

-Nos quedamos ahí un rato más, disfrutando de la paz y la intimidad que compartíamos, dejando que la película siguiera su curso en el fondo sin que importara demasiado. En el silencio entre los dos, nuestras manos no se separaban.
En un momento, Javi se inclinó un poco hacia adelante y, sin dejar de mirarme, apago la televisión. Yo lo miré, algo sorprendida, pero en sus ojos brillaba una chispa de complicidad.-

L: ¿Qué pasa? -Pregunté.-

-Él simplemente sonrió, un poco travieso, y me susurró al oído.-

J: No necesito una película. Solo te necesito a ti, aquí. -Dije susurrando a su oído .-

-Su abrazo se intensificó y me recosté en su hombro, cerrando los ojos y dejando que su presencia me llenara por completo.
El sonido suave de su respiración se convirtió en una melodía reconfortante, Javi pasó una mano por mi cabello, acariciándome con ternura, y yo cerré los ojos, perdiéndome en la calidez de su abrazo.-

El futbolista del que me enam⚽réDonde viven las historias. Descúbrelo ahora