Capítulo 11

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-SILV: ya estoy lista!
-GER: no te conocía por tu buena puntualidad. (Dijo bromeando)
-SILV: ya ves? Soy muy puntual, por favoooor Jajajaj
-GER: también muy hermosa.
-SILV: gracias. ¿Ya nos vamos? (Preguntó ansiosa porque ya quería salir de todo esto...)

Se dirigieron en la dirección dónde estaba el coche rojo de Ger, él se lo enseño a ella y abrió la puerta del copiloto para que ella entrará.

"Uhhh, qué caballeroso me salió el mal educado...Ja!" pensó Silvia

En el camino ninguno hablaba, las miradas hablaban por ellos.Gerardo no quitaba sus ojos encima de ella. Al notar esto, Silvia decidió romper el silencio que le hacia pensar en miles de cosas.

-SILV: ¿Pasa algo?
-GER: ah, perdón... Es que...estás guapísima!
-Gracias, lástima que no puedo decir lo mismo (dijo riendo para disimular las ganas que tenía de decirle lo mismo o más)
-GER: Jajajaj, no hay problema. Aceptó cualquier cosa que venga de ti.

"Ay! Si supieras las ganas que tengo de decirte que eres el hombre con la mirada más hermosa que he visto en mi vida, esa mirada que con tan solo verla te hace sentir puras cosas bonitas" decía Silvia en su mente.

-GER: otra vez regresó el silencio...
-SILV: estaba distraída, perdón. ¿dónde me llevas eh? (Le preguntó buscando conversación para no pensar más...)
-GER: tranquila. No soy un secuestrador. (Ambos rieron)
-SILV: puedes ser un mal educado, un fastidioso...menos un secuestrador.
-GER: vaya! Hasta que me dijiste algo bonito no tan bonito Jajajaj

Las carcajadas de los dos sonaban en el coche. Hasta que por fin Ger dijo:

-Ya, llegamos!

Era un restaurante francés, muy hermoso, Silvia se quedó sorprendida y como siempre los nervios eran sus únicos peores enemigos.
Ger ya había salido para abrirle la puerta.

Él la tomó del brazo, y ella se dejó sin quejar. Entraron y una hostess les recibió diciéndoles muy amable "Bienvenue dans vos restaurant"
Ger le contestó "Merci beaucoup" después de revisar la reservación, ella les llevo a su mesa que ya estaba lista. Ger como todo un caballero, la sentó en su asiento y tomo el suyo en frente de ella.

Apareció un camarero para enseñarles el menú y gracias a Dios era un mexicano, así Silvia no se sintió tan incomoda hablar ya que no sabía francés.
Ella solo pidió un cóctel Margarita y él pidió tacos de trompa con un jugo de limón.

-GER: ¿cómo? ¿solo eso vas a tomar?
-SILV: sí, tenías que avisarme que la cita era en un restaurante, así no comería tanto (contestó sonriendo)
-GER: Bueno, te doy la razón esta vez. Yo sí voy a comer y mucho Jajajaj

Silvia lo miró sonriendo, con una mirada más suave.

-GER: ¿Ya te había dicho que tienes los ojos más lindos del mundo?
-SILV: si mi memoria no me falla...Sí!
-GER: entonces ¿Te lo puedo repetir?
-SILV: No hace falta, la verdad (Contestó tímidamente)

Su mano estaba sobre la mesa cuando sintió la de Ger tocándola, rápidamente se la retiró para ponerla sobre sus piernas.

El camarero llego con los pedidos, Silvia disfrutaba su cóctel mientras Ger estaba comiendo graciosamente como alguien que había pasado dos días sin comer. Silv no dejaba de mirarlo y reír, porque esa era la idea, hacerla reír.

Pasaron los minutos, Silv sentía muy bonito hablar con él.
Hablaron de cosas no tan importantes. Ger le habló de su trabajo, cómo lo encontró, ect... y ella le hablo de su carrera hasta que...Dos horas ya habían pasado.

-SILV: creo que es hora de irnos.
-GER: sí, otra vez te doy la razón (Dijo riendo) debes estar muy cansada, hoy fue un día de trabajo para ti.

Él pagó la cuenta y agradeció el buen servicio que les brindaron.
Salieron, entregaron la llave del coche a Ger y él le abrió la puerta.
Se notaba el cansancio en el rostro de ella.
-GER: UF! Estás cansada.
-SILV: sí, pero la pasé muy bien, de verdad.
-GER: qué bueno, señor...Digo, Silvia!

Ella lo miró y echó una carcajada.

No cruzaron ninguna palabra durante el regreso, hasta que Silvia recordó que él no conocía dónde quedaba su casa y empezó a enseñarle la ruta.

Cuando llegaron, Silv abrió la puerta de su casa, giró su cabeza para hablar con él.

-SILV: Gracias por la cena, aunque no cené jaja pero como ya te dije, la pasé bien.
-GER: ¿viste que no era tan difícil?
-SILV: ¿qué?
-GER: aceptar mi propuesta. (Le dijo con una voz muy tierna mientras se acercaba a ella)

Ger cada vez estaba más cerca, Silvia al ver eso, lo miró fijamente y notó como él miraba sus labios, no pudo contener los nervios que sentía en ese momento...

¿Ella estará dispuesta a dejar que la bese?

Atrévete a querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora