Capítulo 73

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Al día siguiente, Silvia se despertó en la casa de su mamá y vio que ella estaba sentada en la cama mirándola.

-SILV: buenos días: ¿Qué pasa mami? ¿Por qué me miras así? (Le preguntaba bostezando)
-DOÑA SILV: sólo estoy admirando la belleza de mi única hija.
-SILV: Ay mami, te amo (Se sentó en la cama)
-DOÑA SILV: por cierto ¿por qué te despertaste tan temprano?
-SILV: porque hoy tengo que ir a grabar algunas escenas.
-DOÑA SILV: pero si no has dormido nada.
-SILV: sí mamá pero el trabajo es el trabajo y hay que respetarlo.
-DOÑA SILV: bueno, tienes razón.
-SILV: pásame mi celular para llamar a Dafne para que me diga cómo está mi papá

Le hizo señas mostrándole el celular que estaba sobre el escritorio, Doña Silvia se paró para cogerlo y después dárselo.
Luego de hablar con Dafne, Silvia colgó la llamada con una sonrisa.

-DOÑA SILV: ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?
-SILV: que está mucho mejor, que hasta comió ¿tú lo puedes creer? Estoy feliz mamá, feliz (Se levantó de la cama y cogió una toalla para entrar al baño)
-DOÑA SILV: estooo, tienes padre para rato.
-SILV: ojalá Diosito te oiga, después del trabajo, pasaré al hospital, y le daré un besototote muy grande, ahora déjame irme a bañar.
-DOÑA SILV: vale, yo te dejo. (Se salió dejando sola a Silvia que estaba dentro del baño)

4 Horas habían pasado, Silvia ya estaba en el foro, acababa de ensayar varias escenas. Estaba sentada en el sillón de su camerino, esperando junto a Fabiola su llamado para ir a grabar.
No dejaba de pensar ni un momento en su padre, en su estado, ect... Pero prefería no llamar a ninguno de sus hermanos porque quería  seguir pensando que su padre seguía bien, como le había dicho Dafne en la mañana.

-FABIOLA: Silvia, Silvia... ¿estás bien?

La voz de Fabiola le hizo regresar de sus pensamientos que poblaban su cabeza.

-SILV: ¿eh? ¿Qué pasa?
-FABIOLA: estás  muy distraída amiga.
-SILV: ahh, no te lo voy a negar, porque es cierto. Estoy muy preocupada por mi papá, está internado otra vez y...(Se paró y se acercó a la pared  apoyándose sobre ella)
-FABIOLA: ¿y está grave, cierto?
-SILV: Sí Fabi, pero esta mañana, llamé a mi hermana preguntándole por él y me aseguró que él estaba bien.

Fabiola se le acercó para coger suavemente su cara haciendo que ella la mirara fijamente.
-SILV: es difícil Fabi.
-FABIOLA: yo sé que es muy difícil amiga, pero tienes que tener mucha fe que se va a recuperar.
-SILV: esto intento hacer pero lo veo imposible.
-FABIOLA: Nada es...

En ese momento, Triana entró al camerino interrumpiendo a Fabiola.

-TRIANA: perdóname por interrumpirlas pero ya les toca grabar.
-SILV: ahh, gracias por avisarnos.

Triana salió dejándolas solas.

Las chicas no dejaron pasar 5 minutos cuando salieron muy sonrientes.
Fabiola intentaba hacer reír a Silvia contándole chistes, Mientras caminaban riéndose rumbo a las instalaciones, vieron de lejos a alguien muy parecido a Gerardo que venía hacia ellas.
-FABIOLA: ¿ése no es Gerardo?
-SILV: sí, sí, es él. Qué raro, no me había dicho que iba a venir acá y más a la hora de su trabajo.
FABIOLA: mhhh, debe ser una sorpresa.

La miró con una mirada picara, molestándola, Silvia sólo le sonrió y siguieron avanzando.
Cuando llegaron cerca de Gerardo, él las saludó y suavemente cogió la mano de Silvia.

-SILV: mi amor, ¿no fuiste a trabajar hoy? No me habías dicho nada...
-FABIOLA: Bueno, los dejo, mejor me adelanto y les digo que estás ocupada Silvia (Les dijo apresurándose para irse)
-SILV: me parece perfecto,  ahí te veo.  (Después de contestarle, giró su cabeza hacia Ger, mirándolo fijamente) sí amor,  ¿Cuál es la razón por la cual estás aquí?
-GER:  ¿Podemos ir a hablar en tu camerino?
-SILV: sí, claro, pero que sea rápido, porque estaba a punto de ir a grabar algunas escenas.

Gerardo no le contestó. Aún teniendo la mano de Silvia, se dirigió con ella al camerino, y la sentó en un sillón y se fue a buscar una silla para sentarse en frente de ella.
-SILV: no, ahora sí, me estás preocupando ¿es con mi padre, cierto? Fuiste a verlo y se puso peor, ¿Es esto, verdad? (Se levantó rápido del sillón pero Gerardo la jalo suavemente sentándola)
-GER: tienes que ser fuerte mi cielo.
-SILV: Habla Ger, no me hagas esto...
-GER: quiero que sepas que estaba, estoy y siempre estaré para ti.
-SILV: Ya lo sé... ¿se nos fue cierto?

-GER: ay mi amor...

Le dijo mientras le aferraba ambas manos de ella, las cuales estaban muy frías) le hizo un movimiento con la cabeza diciéndole "sí"

-GER: sí amor, tu padre nos dejó.

Silvia lo miró, pero era una mirada completamente pérdida, fría. Gerardo soltó sus manos para pararse, luego la levantó de la silla para abrazarla. 

-SILV: se me fue, mi ídolo se me fue.  (Repetía temblando, mientras que sus lágrimas se deslizaban sobre el hombre de Ger)  

Gerardo  sentía unas ganas de llorar y su voz se quebraba,  pero tenía que hacer un esfuerzo para estar fuerte y darle fuerza a su amada que la necesitaba más que siempre. "Qué idiota soy. No sé qué decirle, no encuentro las palabras correctas...No quiero hacerla sentirse peor, como me duele verla así..." Decía a sí mismo. 
Todavía seguía abrazándola mucho, Silvia tampoco quería apartarse de él porque necesitaba sentir el consuelo que Gerardo estaba ofreciéndola.
Después de varios minutos, Silvia logró apartarse de Gerardo para sentarse. Ya no lloraba pero tenía los ojos hinchados y enrojecidos. Con una voz apagada le preguntó a Gerardo que le acababa de dar un pañuelo, mientras con uno él mismo le secaba las lágrimas que quedaban
-SILV: ¿Cómo  tú supiste?
-GER: me llamó tu mamá y me pidió que te lo dijera yo.
-SILV: ¿Desde cuándo paso?
-GER: esta misma mañana, hace una hora.
-SILV: Gracias por estar aquí, no sabes cómo me estas llenando de fuerzas para asimilar la noticia.

En este momento, Osorio entró al camerino junto con Triana, y se acercó a Silvia para abrazarla acción que aseguró a Silvia que él ya sabía lo que estaba pasando.
Una lágrima se deslizó en su rostro y le agradeció a Osorio que apartó de ella para mirarla fijamente y le dijo:

-OSORIO: puedes tomar, el resto del día lib...

Silvia no le dejó terminar la frase, con una fuerza, la cual ella no sabía de dónde la sacó, le contestó
-SILV: Juan, terminamos el plan de trabajo y me das la oportunidad de irme a despedir de mi padre.

Atrévete a querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora