Atrévete a quererme

Capítulo 35

Silvia lo besaba sin cesar, le besaba el cuello con el interés de sentir algo más, Ger no era nada rebelde, sin quejar contestaba a esos besos tan ardientes que le daba su amada, le empezó a besar su mejilla hasta atacar sus labios, a medida que los segundos pasaban, el se iba tornando más apasionado, la lengua de Ger ya tenía completo acceso a su boca, jugaban con sus lenguas, cuando el aire les empezaban a faltar, él se separó de sus labios para bajar lentamente dejándole todo un camino de besos hasta llegar a su cuello, el aroma de Silvia le comenzaba a excitar más rápido sin pensarlo, bajo su mano que estaba acariciando el cabello de ella para desabrochar su blusa, ella le facilitó todo ayudándole a quitarla, después con una desesperación, le quitó la playera y lentamente inclinó su cabeza hacia abajo por su cuerpo llenando su pecho de infinitos besos. Definitivamente Ger se sentía incómodo de no estar en la posición de poder hacer más nada que besarla, decidió levantarla de encima de él, entre sus bazos la sentó en la cama, le quitó los zapatos, después su pantalón dejándola semi desnuda, al ver que ella traía una tanga se excitó mucho más y se sentó en frente de ella.

Silvia le rodeaba la cintura con las piernas y sus uñas arruñaban su espalda, mientras que sus labios ya estaban juntos gozando ese placer que los dos sentían, Ger con su mano en la espalda de Silv buscando el cierre del sujetador, cuando sus dedos chocaron con él, se lo desabrochó liberando sus senos, se separó de sus labios muy lentamente para bajar un poco más hasta llegar a ellos que ya estaban duros, atrapó un pezón para saborearlo, un gemido feroz se le salió a Silv, muy mojada se echó para atrás mientras susurraba

-SILV: Quiero más, mucho más Ger.

Al oír esas palabras Ger no quería hacerla sufrir más, se separó de sus senos para quitarse el short pero las manos de Silvia le interrumpió cuando las sintió en su miembro apretándolo, un grito de dolor mezclado con un placer profundo se le salió, ella ya se lo había quitado junto con su bóxer mientras que él se ocupó en bajarle la tanga.

Los dos ya estaban a punto de amarse ahí mismo cuando escucharon una voz rompiendo con el mágico momento.

-Gerardo ya llegamos, quiero hablar contigo.

Y se escuchaba otra voz de una niña también que decía
-papiiiiii

Rápidamente Ger se separó de Silvia subiendo su tanga, tomando respiración mientras le susurraba en los oídos

-Mi amor, es mi hermana y mi sobrina, ve a vestirte en el baño (Tiernamente le besó ayudándole a parar)

-GER: espereeeeeeen! (Les gritó mientras se ponía su short )

Silvia sin decir nada, un poco apenada fue a vestirse en el baño mientras que Verónica seguía gritando

-VERÓNICA: ¿qué es lo qué pasa Gerardo?
-GER: Ya voooooy.

Se dirigió hacia la puerta y abrió la puerta

-GER: ¿Qué pasa?
-VALEN: papiiii, te extrañaba (corrió a sus brazos)
-GER: yo también princesa (Le contestó dándole besitos en su mejilla)

Verónica de su parte no decía nada, miraba en todas partes del cuarto como buscando algo, más bien buscando a alguien, con la mirada perdida le dijo a Gerardo.

-VERÓNICA: qué milagro que tu cama está tan desarreglada a esta hora.
-GER: ¿Qué es lo qué me querías decir?

Verónica le iba a contestar cuando escucharon un ruido que vino desde el baño

-VERÓNICA: ¿Qué fue eso Gerardo?

Le preguntó dirigiendo sus pasos hacia el baño pero Ger la detuvo jalando su brazo para que retrocediera sus pasos

Silvia de su parte nerviosa ya había terminado de vestirse, se bajó para recoger un accesorio que se le había caído mientras decía a sí misma "soy una idiota"

Cuando termino de ponerlo en su lugar, salió muy avergonzada y con la voz apagada les dijo
-hola

Pero nadie le contestaba, todos la miraban raros, no entendía nada hasta que Ger le hizo señas para que entendiera que estaba despeinada, tímidamente intentaba peinarse con sus manos pero Verónica furiosa le preguntó gritando

-VERÓNICA: ¿Y tú qué haces aquí?

Valen no dejo responder a Silvia con sus gritos

-Silvia Navarro en mi casa, no lo puedo creer

Ger la puso al piso para que ella corriera entre los brazos de Silvia, ella con una sonrisa se la llevó en sus brazos.

-VERÓNICA: ¿Eres muda?
-GER: Verónica, esa no es la manera de hablar con mi novia y te recuerdo que esta casa es mía y por eso mismo yo invito a quien se me pegue la gana. (Le gritó furioso)

Silvia muy incómoda, se acercó a él dejando a Valentina en sus brazos le dijo

-SILV: ya me tengo que ir, no quiero llegar más tarde de lo que estoy a mi llamado.

-GER: Yo te llevó princesa.
-SILV: no hace falta, conozco el camino.

Buscó su bolsa que estaba en el piso cerca de la cama, salió rápido de la casa hacia su camioneta pero no sin antes de besarlo tiernamente susurrándole "te amo" dejando a Verónica más furiosa de lo que ya estaba.